Al igual que sucedió con los repartidores de comida a domicilio, los sindicatos y la Inspección de Trabajo tienen el punto de mira puesto en la distribución de paquetería. Y el foco se centra en la multinacional Amazon, como líder en el sector. La firma acaba de ver cómo prospera una denuncia de UGT Vigo por usar a particulares para sus repartos del servicio Amazon Flex.
Según ha informado el sindicato este lunes, la Inspección de Trabajo de Vigo ha resuelto “a través de una actuación muy amplia y rigurosa” que esas personas “particulares” eran trabajadoras y, en consecuencia, Amazon debe abonar las cotizaciones correspondientes al Régimen General de la Seguridad Social.
Un total de 80 afectados y 32 entrevistados han concluido, según las diligencias realizadas por la Inspección de Trabajo, que no hay duda de la existencia de una relación de trabajo y que ésta es en que “laboral y no mercantil”. Así, se ha ordenado que se curse el alta retroactiva de estas personas.
Desde que Amazon se instaló en O Porriño, han sido varias las denuncias planteadas por el sector del transporte de UGT Vigo, que ha entendido que se incumple “de forma manifiesta” la legislación laboral vigente en España. La marca había creado un polémico sistema por el cual ofrecía a particulares la posibilidad de aumentar sus ingresos repartiendo sus paquetes con sus vehículos particulares. Desde UGT denunciaron que esa idea no se ajustaba a la legalidad y que la relación entre estas personas y la multinacional era “una clara relación laboral”.
A raíz de la denuncia de UGT Vigo, la compañía paralizó el sistema Amazon Flex y ahora ha recibido este varapalo de la Inspección de Trabajo, que ha sido muy celebrado por los sindicatos. “Desde el sector del transporte de UGT Vigo nos alegramos de que Amazon se vea obligado a cumplir la normativa laboral de este país, que se reconozca la relación laboral de los afectados y que con estas actuaciones se ponga freno a quienes pretenden imponer en nuestra sociedad un modelo de relaciones laborales precario, abusivo y sin derechos”, explica UGT.