Cientos de delegados de la CIG se han manifestado este jueves por las calles de Vigo, en el marco de los actos reivindicativos por el 50 aniversario de la huelga de 1972, para reivindicar el “espíritu” de los hombres y mujeres que se levantaron contra la dictadura en aquel momento, con unos valores que tienen “plena vigencia” en la actualidad.
En declaraciones a los medios antes del inicio de la marcha, el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, ha subrayado la importancia de aquella huelga como “germen” del nacimiento de esta confederación sindical, y también imprescindible para “entender la historia contemporánea del movimiento obrero gallego”.
Según ha señalado, tras los actos de marzo en Ferrol, la central nacionalista ha llevado a cabo otras actividades a lo largo del año, entre ellas la presentación de un documental o la manifestación de este jueves. Asimismo, está previsto que “en próximas fechas” se proceda a la instalación del monumento sufragado por la CIG para recordar la huelga de hace 50 años, y que se ubicará en el monte de O Castro.
Paulo Carril ha subrayado que la lucha “heroica” de la clase trabajadora en 1972 tiene “toda la vigencia” en el actual “momento crítico”, debido a la carestía de la vida y a los efectos “devastadores” de las reformas laborales. Por ello, ha pedido tenerla “presente” para mantener las movilizaciones y “poner freno a la precariedad”.
Al respecto, ha vuelto a reclamar a los gobiernos un “plan de choque”, con medidas urgentes para revertir esa precariedad laboral y la pobreza de los obreros, entre las que debe haber acciones de “intervención pública” en sectores estratégicos como el financiero o el energético.
“Conciencia de clase y solidaridad”
Entre los participantes en la manifestación ha estado Xesús Chaves Fandiño, militante por entonces de la Organización Obreira y trabajador de la planta de Citroën Hispania (hoy Stellantis), quien ha reivindicado el papel de los obreros en la huelga, demostrando “una conciencia de clase muy grande y una gran solidaridad”.
A su juicio, la huelga del 72, que se inició precisamente tras el despido de varios operarios de la fábrica automovilística, demostró a la patronal y al régimen que Galicia “no era el pueblo sumiso que ellos pensaban”. “La clase trabajadora gallega siempre se levantó contra la opresión y la injusticia, y ésa sigue siendo nuestra mejor herramienta para defender nuestros derechos”, ha aseverado.
Finalmente, sobre el conflicto de hace 50 años, ha recordado que Citroën Hispania pretendió dar un “escarmiento ejemplar” a los obreros (que protestaban en aquellos días para lograr una jornada semanal de 44 horas) pero “no midió lo suficiente” la respuesta que tendría por parte de la clase trabajadora.