El vicepresidente económico y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, dijo este martes en Lugo que “sería una irresponsabilidad por parte del Gobierno poner en riesgo la capacidad de Stellantis para atraer nuevos modelos a la fábrica de Vigo”, porque “está en riesgo el futuro del sector de la automoción en Galicia”.
Conde ha realizado estas declaraciones después de que el consejero delegado del grupo automovilístico, Carlos Tavares, negara conversaciones con España para instalar una planta de baterías. “Lamentablemente, en este momento, el Gobierno está trabajando con criterios de arbitrariedad y está proponiendo proyectos en otras comunidades autónomas” con financiación europea, “sin que haya ninguna convocatoria publicada”, dijo el conselleiro.
“Creo que se constata la falta de sensibilidad que está teniendo el Gobierno, en este caso con el principal fabricante del sector de la automoción en España. Nosotros compartimos esa preocupación, porque está en riesgo el futuro del sector de la automoción en Galicia”, afirmó Conde.
A su juicio, “podemos perder oportunidades para acceder a los nuevos modelos que en los próximos años se tienen que desarrollar por parte de Stellantis en las diferentes fábricas europeas”.
En ese sentido, insistió en que “Galicia quiere optar a esos nuevos modelos y para optar a esos nuevos modelos, necesitamos que el Gobierno se comprometa con los fondos europeos y los ponga a disposición de todos los fabricantes en igualdad de condiciones”.
Por ello, pidió “sentido común y establecer garantías para que todos los fabricantes puedan competir en igualdad de condiciones y, en este caso Galicia, Stellantis y el sector de los componentes realmente puedan tener estas oportunidades para optar a los nuevos modelos”.
“Sería una irresponsabilidad por parte del Gobierno poner en riesgo la capacidad de Stellantis para atraer nuevos modelos a la fábrica de Vigo”, avisó. Por ello, “lo único que le demandamos al Gobierno”, aclaró, “es igualdad de condiciones con respecto a otros fabricantes y a otros territorios dentro de nuestro país”.
Ello implica, precisó, “escuchar, dialogar y entender cuáles son las necesidades reales que tienen los sectores productivos y no las necesidades que se pueden generar dentro de determinados despachos dentro del Ministerio de Industria”.