Las tres patronales del convenio del metal de la provincia de Pontevedra (Asime, ATRA e Instalectra) han reiterado este miércoles su exigencia de poner fin a la huelga para poder llevar a cabo una negociación “efectiva y sin coacciones”.
La parte empresarial ha cifrado el seguimiento de la jornada de huelga en un 40% en toda la provincia y precisan que “hay muchos trabajadores que no se atreven a ir a trabajar por miedo a represalias después de la violencia y agresiones de las últimas jornadas de huelga”.
En este sentido, denuncian que “las manifestaciones de este miércoles pretenden ser probablemente un lavado de cara e imagen después de la barbarie vivida la semana pasada, cuando se intentó literalmente asaltar el Ifevi”. Recuerdan que algunos manifestantes, supuestamente arengados por los propios sindicatos convocantes, tiraron “bolas de acero, tornillos industriales e incluso bombas de palenque, cortaron árboles con motosierras en mano, destrozaron a pedradas siete coches aparcados en el Ifevi e insultaron y lanzaron objetos a personas incluso de avanzada edad”.
Además, se paralizó durante más de tres horas una de las arterias principales de la ciudad, llegando incluso a impedir los accesos al aeropuerto a todos los ciudadanos, en un hecho que consideran “insólito e injustificable”.
En este sentido, las tres patronales indican que “los responsables últimos de los hechos sucedidos son probablemente los sindicatos convocantes, y están estudiando acciones judiciales que permitan reclamar a los sindicatos convocantes los “elevados daños económicos” provocados a la feria internacional Mindtech y a varios de los visitantes y expositores, incluso con responsabilidades de carácter penal y civil en el ámbito colectivo y/o individual.
“Trabajaremos para que no quede impune ninguna actuación violenta o agresiva realizada en el marco de la manifestación sindical. Si se dejan impunes estos actos violentos, o incluso si se mira hacia otro lado, se podría legitimar la vía de la violencia y no la del diálogo, haciendo un flaco favor a la sociedad. Debemos poner punto y final a estas actuaciones sindicales violentas, que no deben volver a repetirse en la historia presente y futura de nuestra sociedad”, ha señalado la parte empresarial en un comunicado.
Cifras
Desde las patronales insisten en que el último convenio fue firmado por CCOO y UGT, con una actualización salarial del 5,7% de incremento en este año 2023, que sumada a los incrementos “históricos” de los últimos tres años conforman “una subida de más de un 13%, cuando la de la inflación ha sido del 12%”.
La parte empresarial sostiene que estas cifras de incremento salarial son de las más elevadas que se han llevado a cabo en cualquier convenio en todo el conjunto del Estado en los últimos años, y declaran que “es increíble ver como CCOO y UGT secundan estos paros y actuaciones alegando falta de convenio digno, parece que se manifiestan contra su propio acuerdo”.
En el convenio vigente, los ingenieros y licenciados tienen un salario de 39.000 euros brutos anuales (2.780 al mes) desde su incorporación a la empresa, que en muchos casos es con 23 o 24 años y sin ninguna experiencia laboral previa. Un oficial de segunda, un sueldo de 22.600 euros brutos (1.615) y responsabilidades de nivel medio.
Aun así, la parte empresarial mejoró el lunes pasado su oferta salarial, en el marco de una larga reunión convocada por las patronales, con el objetivo de evitar la convocatoria de huelga. Hicieron así su mejor oferta, con incrementos del 2%, 3% y 3% para los años 2023, 2024 y 2024, con otro 1% adicional en función del IPC. Asimismo, se ha ofrecido una reducción de 8 horas en la jornada anual y medidas adicionales para mejorar la conciliación.
“Desde la parte empresarial hemos hecho propuestas de calado, atendiendo a las demandas de la parte sindical. No entendemos el inmovilismo sindical y que justifiquen esta huelga y las actuaciones violentas vividas y agresiones vividas alegando el supuesto perjuicio de no tener subrogación en el convenio, cuando los derechos y la protección de los trabajadores están ya regulados por el artículo 44 del estatuto de los trabajadores y otros preceptos”, prosiguen.
“Aspecto residual”
“Llevar a todo el sector a la huelga por un aspecto residual como este nos parece un acto de irresponsabilidad, probablemente motivado por el interés personal de algunos representantes sindicales por asegurar un puesto de trabajo inamovible para sus más afines. Los sindicatos son entidades cuya función hemos respetado siempre, pero estos hechos nos deben hacer reflexionar a toda la sociedad sobre la representatividad de estas actuaciones”, remarcan.
Desde Asime declaran que, “de cara a las negociaciones futuras, están valorando el impacto de los tres días de huelga en las empresas y en el sector, con el perjuicio que esto ha generado para el desarrollo de la actividad y cumplimiento de plazos de entrega”. En función de ello, se adoptarán las decisiones que procedan.
“Por nuestra parte estamos dispuestos a continuar en la mesa, pero las coacciones y amenazas no hacen posible un diálogo efectivo para buscar un acuerdo”, concluyen, pidiendo el fin de la huelga para poder negociar por la vía del diálogo.