El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, ha criticado al Gobierno central por culpar a la ultraderecha de los paros en el transporte en lugar de «buscar soluciones» y ha demandado el Ejecutivo «corredores seguros» y un «plan de contigencia» en el que intervenga el Ejército.
Rueda ha participado en la entrega de vehículos todoterreno para el refuerzo del equipamiento de las agrupaciones de voluntarios de Protección esta mañana en la Plaza del Obradoiro y ante los medios se ha mostrado crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez, que «no quiere tomar ninguna medida» ante los paros de los transportistas.
Ante las acusaciones de varios ministros, que señalaron en los últimos días que la ultraderecha está detrás de los paros, Rueda ha asegurado que «los propios transportistas están contestando a esas acusaciones» y que si eso es «lo único» que tiene el Gobierno encima de la mesa para responder a esta situación «mal vamos».
«Ni nuestros ganaderos ni la gente que trabaja en la pesca merece que se tire su trabajo. Volvemos a reivindicar que se hagan corredores seguros, para garantizar que estos transportes puedan funcionar», ha reclamado Rueda, que ha pedido un «plan de contigencia» para evitar que se produzcan desabastecimientos y que los servicios esenciales puedan seguir funcionando con normalidad.
Además, Rueda ha vuelto a insistir en la necesidad de que el Ejército intervenga: «Hay medios a disposición y pedimos que se utilicen todos los que hay. No solo están las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también está el Ejército».
«Mucha gente entendería que frente al peligro de que servicios esenciales no se puedan prestar sería muy lógico que también interviniera el Ejército», ha añadido.
En su discurso, el vicepresidente de la Xunta también ha señalado que al mismo tiempo que el Gobierno debe garantizar los suministros tiene que «sentarse a negociar» con los transportistas, porque esa es la obligación de «un gobierno responsable».
También ha criticado que Sánchez «no piense hacer nada» hasta el día 29 de marzo y que se niegue a hablar con el sector.
«Hay que buscar una solución, más allá de hacer acusaciones, como están haciendo desde el Gobierno central, buscando quién está detrás de esto», ha declarado Rueda, que considera la situación «muy grave desde el punto de vista medioambiental, sanitario, de bienestar animal y de abastecimiento de los mercados».