Empresa y sindicatos han puesto fin este lunes las negociaciones para cerrar el convenio colectivo que regirá en Stellantis Vigo durante los próximos cuatro años, es decir, entre 2024 y 2027, ambos incluidos. El Sindicato Independiente de Trabajadores (SIT-FSI), la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO.) han dado su visto bueno al documento, que obtiene así el apoyo del 91% de la representación laboral. Mantiene su oposición la Central Unitaria de Traballadoras (CUT).
Según la dirección de la compañía, este convenio permite alcanzar “un punto de equilibrio razonable” entre “la legítima demanda de la representación social para mejorar las condiciones económicas y sociales de la plantilla y las necesidades que tiene la empresa para seguir siendo competitiva y robustecer su plan industrial”.
Las condiciones pactadas para los próximos cuatro años, cuyo detalle ya se habían facilitado en la oferta final que Stellantis trasladó el pasado jueves, se estructuran alrededor de cuatro ejes principales.
El primero de ellos es el plan industrial, que incluye el compromiso del grupo automovilístico de otorgar a Vigo la próxima arquitectura de vehículos eléctricos, cuyo lanzamiento está previsto para el periodo 2027-2028. Se trata de un punto importante, ya que esa adjudicación representa un “objetivo imprescindible para el mantenimiento de la actividad industrial” en la ciudad más allá de 2027.
Además, en lo que respecta a las condiciones económicas, la actualización de los salarios se basará en dos aspectos. Por un lado, en una parte fija ligada a la evolución del IPC y, por otro, en una parte variable vinculada a los objetivos del grupo Stellantis, cuyo importe medio en los últimos años ha representado un montante superior a una paga extra.
La dirección de la fábrica de Balaídos también se compromete a realizar mil “evoluciones” de contratos estables. Esto se traduce en la creación de 200 contratos fijos, 350 novaciones de tiempo parcial a completo y 450 retiradas de cláusula de variabilidad. También se va a promocionar a 1.000 personas.
Beneficios sociales
El convenio colectivo de Stellantis Vigo para los próximos cuatro años recoge otras cuestiones de carácter social, como una pluralidad de medidas para mejorar globalmente las condiciones de trabajo. Es decir, rotaciones en la línea de producción y fuera de ella o ampliación de la formación en el puesto.
Igualmente, se prevé la puesta en marcha de mecanismos para una mejor conciliación de la vida laboral y familiar como permisos retribuidos, nuevas ayudas sociales la propia ampliación de las actuales medidas de conciliación.
Valoración de los sindicatos
Ante este acuerdo, cada sindicato ha hecho su valoración al respecto. Así, desde el SIT han sostenido que, pese que siguen existiendo “divergencias”, también se han dado “importantes acercamientos”.
“La valoración del convenio debe hacerse desde un balance global, teniendo muy en cuenta la estabilidad y el compromiso con la continuidad de un sistema de producción biflujo, como garantía de empleo, en el que se desarrollarán vehículos eléctricos”, ha recogido en un comunicado.
Por su parte, UGT también ha votado ‘sí’ al documento, tal como decidieren en asamblea sus afiliados. Al respecto, Aser Sanz ha dicho que pese a que “se esperaba más”, se trata de un convenio que incluye “muchos planteamientos” de UGT. También ha asegurado que el compromiso adquirido por Stellantis para adjudicar a Vigo su nueva plataforma eléctrica, previsiblemente la STLA Small, ha sido uno de los principales incentivos, además de la mejora de las ofertas iniciales de la empresa.
“Este compromiso de la llegada de la nueva plataforma a Vigo fue algo definitivamente fundamental”, ha reconocido Sanz, en declaraciones a Europa Press.
Por su parte, CC.OO. ha indicado que, pese votar a favor, “si de su firma dependiese que el acuerdo se aprobase no dudaría en oponerse al mismo”. “Sin embargo, no tenemos la representación necesaria para bloquear la firma”, ha reconocido, indicando que el documento “no compensa los esfuerzos de la plantilla y contiene medidas como la obligatoriedad de los sábados” a los que la organización “se opone frontalmente”.
“La decisión que tomó la asamblea de CC.OO., por lo tanto, no fue si validábamos el acuerdo o no, porque a esa pregunta la respuesta era no, la decisión que tomamos fue la de defender nuestros intereses y derechos, especialmente en la del complemento de incapacidad temporal, la prima variable y en conciliaciones, entendemos que seríamos doblemente castigados si, además de que nos impongan este convenio, los mismos sindicatos que lo validan gestionaran los intereses de los afiliados y afiliadas de CC.OO.”, ha sentenciado la organización en un comunicado.
El único sindicato que rechazó el nuevo convenio fue la CUT, por la regresión “en materia económica y social” que supondrá. Vitor Mariño aseguró, en declaraciones a Europa Press, que el tope a la subida salarial es “un nuevo retroceso económico” para los empleados.