La dirección y el comité de empresa de Stellantis Vigo han iniciado este lunes las conversaciones sobre el ERTE que la planta de Balaídos prevé implantar en 2022. La comisión negociadora quedó constituida con cinco integrantes por cada parte. En el caso de la plantilla, estarán presentes todos los sindicatos de la factoría. En esta primera toma de contacto, la firma entregó la documentación justificativa del expediente y se fijó un calendario de reuniones. La próxima tendrá lugar el jueves 2 de diciembre.
En su escrito, Stellantis Vigo pone énfasis en las circunstancias que está viviendo el sector, con escasez de materias primas, incremento de la demanda de determinados productos o dificultades de aprovisionamiento de piezas. Las previsiones indican que esta situación seguirá afectando a la factoría olívica durante 2022, tal y como había avanzado su director, Ignacio Bueno.
Por ello, la dirección de Stellantis Vigo plantea un ERTE que se aplicaría durante 90 días entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del próximo año. Afectaría a 3.721 trabajadores con contratos de duración indefinida a tiempo completo. Además, se pondría en marcha una vez consumidos los días de adecuación y el saldo de la bolsa de horas. Cabe recordar que el actual ERTE tiene vigencia entre el 5 de abril y el 31 de diciembre de 2021, con un máximo de 60 jornadas laborales.
La compañía ha argumentado que la inestabilidad de los mercados va a posponer la recuperación a 2023. Además, señala que se están produciendo tensiones en los sectores productivos por esas dificultades de aprovisionamiento de materias primas, los problemas en la cadena logística, el descenso de demanda en los mercados y el desabastecimiento de semiconductores.
Los problemas de suministro han afectado en gran medida a 24 proveedores de rango 1 de la planta de Balaídos. Los datos que maneja Stellantis Vigo recogen paradas de fabricación por la falta de 11 componentes diferentes. Fruto de ello, se ha cancelado la actividad de 296 turnos de trabajo (133 en el Sistema 1 y 163 en el Sistema 2). Todo ello ha supuesto la pérdida de producción de 110.000 vehículos.
Las previsiones en el sector del automóvil para 2022 pasan por más interrupciones a causa de la escasez de semiconductores, que pueden prolongarse hasta la segunda mitad de 2022 o incluso hasta principios de 2023. Igualmente, se espera que continúen los problemas logísticos, principalmente por retrasos en el transporte.