Medio centenar de trabajadores de Stellantis Vigo se unieron este miércoles a una manifestación convocada por la CUT, la cual desembocó en la sede de la Xunta de Galicia en la ciudad, para denunciar la política laboral de la empresa, que este martes anunció a la suspensión indefinida del turno de fin de semana que quedaba activo, lo cual supondrá que más de 600 trabajadores pierdan su empleo.
“Nuestras vidas no son componentes, Xunta y Stellantis, incompetentes” fue el lema coreado por los trabajadores, en referencia a la crisis de microchips que ha llevado a la compañía a suprimir el turno de fin de semana en el sistema 1 de producción, tal y como sucedió con el sistema 2 el pasado octubre.
Los manifestantes avanzaron tras una pancarta que denunciaba los “beneficios millonarios” que se embolsó en 2021 la multinacional (13.400 millones, con un incremento interanual del 179 por ciento pese a la crisis de componentes) mientras son los trabajadores quienes pagan lo que la CUT considera una falta de previsión por parte de la compañía.
“Parece que es Stellantis la que está sufriendo la falta de componentes, pero nos olvidamos de los trabajadores”, ha dicho Vítor Mariño, secretario general de la CUT en Stellantis Vigo. Critica Mariño que Stellantis no dude en “tirar de ERTE” en lugar de tener una planificación para todo el año que evite incrementos de producción al antojo de una compañía que no duda en deshacerse de esos trabajadores en el momento en que ese ritmo de producción disminuye.
“En el centro de Vigo se está parando porque esa flexibilidad de la que tanto presume la empresa se está poniendo en práctica y sale igual de barato prácticamente instalar turnos como quitarlos, tanto incrementar la producción como disminuirla”, ha asegurado.
“Eso es estar jugando con el pan y las familias y eso no lo podemos permitir”, ha añadido Mariño, portavoz de un sindicato que subraya que una parte importante de la plantilla este mismo mes va a cobrar menos que el salario mínimo.
Los trabajadores denunciaron “salarios de miseria” y “dificultades para llegar a fin de mes”, o que la mitad de la plantilla trabaja a tiempo parcial y que las condiciones económicas de los trabajadores están muy lejos de ser hoy lo que fueron en su día.
Todo ello, mientras la compañía sigue recibiendo dinero público de la Xunta, aseguraron a las puertas de la sede del gobierno regional, del que han dicho que “tampoco pueden salir al rescate de multinacionales con esos millones y millones de beneficios”.
La CUT tratará de sumar al resto de sindicatos representados en el comité de empresa para dar continuidad a las movilizaciones que comenzaron este miércoles.