El Concello de Vigo ha anunciado este martes una nueva medida para aliviar la situación económica de los pequeños y medianos establecimientos de la ciudad. Abel Caballero ha revelado que el Ayuntamiento se hará cargo de la parte municipal del recibo del agua de los locales de la ciudad que estuvieron cerrados durante el estado de alarma, consiguiendo así que apenas tengan que desembolsar dinero por este concepto durante el tiempo que no abrieron.
Únicamente tendrán que pagar, si la Xunta no les exime de ello, el canon autonómico, una cantidad que no es muy elevada en proporción con lo que supone un recibo normal. Será la administración municipal la que se encargue de abonar a la concesionaria del servicio el grueso de cada factura. En aquellos casos en los que ya se hayan girado las domiciliaciones, el Concello devolverá los importes que correspondan. “Nosotros pagaremos a Aqualia lo que el negocio iba a pagar”, ha declarado el alcalde de Vigo.
Caballero ha precisado que se hará un cálculo para determinar las cantidades en cada caso. De esta manera, aunque el estado de alarma duró 99 días, cada negocio recibirá una condonación por los días concretos que no abrió al público. Nuevamente, según ha dicho el alcalde, se beneficiarán de esta decisión los pequeños y medianos comercios, bares, cafeterías, restaurantes y autónomos de la ciudad.
Por el momento, el Ayuntamiento no ha publicado una estimación de las consecuencias que tendrán para las arcas municipales esta medida y la exención fiscal anunciada este lunes.