Para ello, el ente estatal ha mantenido reuniones con expertos en superficies comerciales, que les han trasladado una idea clara: ningún centro comercial es negro. “Es el anticomercio”, aseguró este viernes el delegado del Consorcio, David Regades. Por ello, Zona Franca quiere imprimir “mucha luz” y “más color” a la imagen de A Laxe.
Además, se buscará reformular el negocio para adaptarlo a las tendencias actuales. “Nos dicen que los centros comerciales están cambiando y transformando su uso de compras hacia un uso de ocio, de restauración y más tecnológico. Queremos también que sea un referente en las nuevas tecnologías”, apunta Regades.
Así, basándose en estos parámetros, Zona Franca quiere resolver cuanto antes la contratación de un “estudio de ideas” a partir de las cuales iniciar las actuaciones que den una nueva vida al complejo, que quiere aprovechar más su ubicación, una demanda que también les trasladan las empresas radicadas en él.
Terrazas y aparcamiento
Entre las zonas que serán objeto de revisión también se encuentran las terrazas, un punto que el delegado cree que no se ha explotado correctamente hasta el momento y que será objeto de un análisis específico y un expediente de mejora propio.
Por último, Regades recordó que se sigue trabajando para abrir 24 horas el aparcamiento subterráneo del centro comercial para convertirlo también en un “agente dinamizador del Casco Vello”.