El icónico Dinoseto de Vigo, junto con su cría, ha dejado la Praza de Compostela para someterse a un proceso de restauración en los viveros municipales de O Castro. Su estancia en la Praza de Compostela, que estaba prevista como temporal, ha terminado prolongándose por 47 meses, desde que el seto más famoso de la ciudad se movió de su ubicación original en Porta do Sol en noviembre de 2020.
Fin de una etapa
El Dinoseto, símbolo turístico y urbano de Vigo, ha sido retirado tras un notable deterioro durante su estancia en la Alameda. La falta de luz en esta zona parece haber sido uno de los factores que influyó en su desgaste, según comentó el alcalde Abel Caballero el pasado mes de septiembre. Un análisis que ha llamado mucho la atención si tenemos en cuenta que otras zonas verdes cercanas han mantenido su buen estado. Tanto el mal aspecto del popular seta, como su comparativa con el resto de la Alameda ha llevado a la corporación municipal a tomar la decisión de intervenir en la recuperación del arbusto.
El alcalde también anunció que tras su restauración, el Dinoseto no volverá de inmediato a su anterior ubicación. “Diremos la zona cuando la decidamos”, comentó Caballero, dejando en el aire si Porta do Sol será su destino final o si se le buscará un nuevo hogar. De igual manera prometió que los vigueses podrán disfrutar de su versión recuperada tras los meses de tratamiento.
Un traslado más difícil de lo previsto
Las labores de traslado, realizadas bajo una intensa lluvia, fueron más complicadas de lo esperado. La idea inicial de la carga de Dinoseto y su cría, Dinosetiño, fue abortada a los pocos minutos del comienzo del operativo debido tanto al peso del conjunto (al peso del propio sete debemos añadir el de la tierra en la que se encuentra como el de la estructura que lo mantiene) como al volumen. Así que minutos después se cargó a la cría en el camión para posteriormente inicial la misma operación con el seto.
Una operación sencilla a priori que se convirtió en excesivamente laboriosa al intentar dañar lo menos posible al ya maltrecho seto. A pesar de los intentos iniciales, solo fue posible transportar a ambos setos tras descargar de nuevo a la cría, lo que permitió hacer espacio suficiente en el vehículo.
La lluvia incesante complicó aún más el operativo, convirtiendo lo que debía ser una despedida sencilla en un proceso costoso y laborioso. Las imágenes y vídeos de la operación muestran cómo los operarios lucharon contra las inclemencias del tiempo para garantizar una carga segura y efectiva.
Restauración y futuro incierto
El Dinoseto y su cría permanecerán en los viveros de O Castro durante los próximos meses, donde recibirán los cuidados necesarios para su recuperación. “Vamos a acometer su restauración y su recuperación”, afirmó Caballero, quien ya había adelantado esta intervención hace un año. No obstante, hasta ahora, el deterioro del Dinoseto continuaba avanzando, sin ningún tipo de mejora significativa en su estado.
Aún se desconoce si el Dinoseto volverá a Porta do Sol, donde se convirtió en un icono desde su creación en 2015, o si se le asignará una nueva ubicación que permita su mejor conservación. Lo que está claro es que los vigueses esperan con el regreso del jurásico seto, restaurado y en todo su esplendor.
Una despedida bajo la lluvia
La escena de la despedida del Dinoseto estuvo marcada por una constante lluvia, que no impidió que el traslado se llevara a cabo. Durante cuatro años, el arbusto dinosaurio ha sido una de las atracciones más fotografiadas en la Alameda, aunque alejado del protagonismo que tuvo en su primera ubicación en Porta do Sol.
La restauración del Dinoseto será un proceso cuidadoso, y las autoridades esperan devolverle su esplendor para que vuelva a ser uno de los grandes atractivos de Vigo, tanto para locales como para turistas. Mientras tanto, su futuro destino sigue siendo un misterio que pronto será resuelto.