La queja, publicada en Twitter, se remitió por burofax a una bolera ubicada en Samil donde el pasado sábado, 11 de junio, una niña de 14 años fue víctima de discriminación por parte de uno de los empleados del lugar, que se negó a permitirle jugar con los bolos destinados a niños y, siempre según la carta remitida por la asociación, «invitó» a la niña y a sus padres a «abandonar el establecimiento».
En la carta, se precisa que los padres de la niña, afectada con hemiparesia (un grado leve de parálisis cerebral) y que por ello tiene algunas dificultades de movimiento en una de sus manos, solicitaron al encargado del local si podía utilizar las bolas azules destinadas a los niños. Éste, según relata la misiva, se negó alegando que las bolas solo son para niños y pese a que «estaban libres todas las bolas azules les quitó de la pista y les invitó a abandonar el establecimiento».
La madre intentó explicar al encargado que la niña tiene dificultades motrices que le impiden jugar con las bolas de mayor peso pero no con las más ligeras destinadas a los niños pero este «insistió en que no podía jugar por su edad con algunos comentarios que, además de estar fuera de lugar, son ofensivos y claramente discriminatorios para una familia que convive a diario con una discapacidad». Estos comentarios «del tipo «si no puede jugar para qué la traen» y el trato del empleado han provocado que los padres hayan formulado la correspondiente queja ante las autoridades competentes, a la que se ha sumado la asociación Hemiweb «porque dichos comportamientos son inadmisibles».
«La vida ya es suficientemente injusta con nuestros hijos como para que se la quieran poner más difícil con actitudes del todo alejadas de la más mínima empatía», concluye la carta, firmada por el presidente de la asociación, con sede en Barcelona, Jorge Agustí Sánchez.
Carta de disculpa
Tras publicarse lo ocurrido, Agustí se puso en contacto con Vigoé para comunicar que había recibido una carta de disculpa del responsable de la bolera, que lamentó lo ocurrido y solicitó al presidente de la asociación que le pusiese en contacto con la familia afectada para hablar con ellos personalmente. Según manifestó en su carta el responsable de Bowling Samil, todo fue un malentendido entre la familia y los empleados que, asegura, no advirtieron que la niña tenía una discapacidad y que cuando la madre se lo explicó ya la situación estaba ya en un punto en el que «ya no tenía remedio» por el nerviosismo de ambas partes.
AMPLIACIÓN: El responsable de la bolera pide disculpas a la niña con parálisis
