Las previsiones hablan de unos movimientos de dos millones de pasajeros al año. Los andenes estarán protegidos mediante una cubierta de hormigón y más de la mitad de ellos estarán dispuestos en forma de sierra.
La estación tendrá conexión directa desde la autopista mediante un túnel que pasará por debajo de la terminal y que también permitirá eliminar el “viaducto” de la calle Lepanto, que pasa por encima de la calle Alfonso XIII y en el que todos los años se quedan atrapados vehículos pesados. Además, se reconfigurarán todos los accesos, incluida la plaza de la Estación.
La obra salió a licitación el pasado 8 de febrero y se espera adjudicar en abril. Si todo va bien, la Xunta de Galicia iniciará las obras en verano. Los trabajos se prolongarán durante un año y medio y convivirán con los que se están llevando a cabo en el Centro Vialia.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 16 millones de euros y su diseño, según los técnicos que lo han desarrollado, se ha visto condicionado por su situación, entorno y espacio -11.000 metros cuadrados- al estar limitado por la autopista, la estación de tren, las calles Lepanto y Alfonso XIII y el “gran desnivel” existente.
Sintonía entre administraciones
La nueva estación de autobuses será una realidad gracias a la cooperación entre administraciones, desde el Concello de Vigo hasta la Unión Europea pasando por la Xunta de Galicia y el Gobierno central a través de ADIF.
En la presentación de la terminal, que ha tenido lugar este lunes por la mañana en la delegación viguesa de la Xunta, Abel Caballero calificó de “brillante” el proyecto. “Conselleira, presidente, me encanta”, declaró el alcalde sobre lo que será “una maravillosa y extraordinaria realidad”. “Nos quedaba resolver todos los accesos, no era tarea fácil, requería técnica y cooperación de las instituciones”, remarcó.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, destacó el triple objetivo que se consigue con la construcción de la nueva estación: mejorar su aspecto, organizar los tráficos y acercar los servicios y los centros de actividad a medio millón de personas. “Yo también me siento muy contento”, confesó.
El presidente gallego también alabó la consecución de esta “obra colectiva” y aprovechó para demandar un “compromiso” con la salida sur de Vigo hacia Portugal y la llegada de la alta velocidad ferroviaria a través de Cerdedo, además de pedir al Gobierno central que no se “olvide” de la nueva autovía entre Vigo y O Porriño.