La borrasca Aline, que sucedió en pocas horas a la borrasca Babet, está ya de camino de salida aunque los servicios de emergencias deberán todavía permanecer atentos a sus últimos coletazos ya que hasta el mediodía del sábado permanecerá activada la alerta amarilla en toda la costa gallega.
Atrás queda un reguero de incidencias que ha tenido extremadamente ocupados a los trabajadores del Centro de Atención a las Emergencias de Galicia. Si el jueves se registraron 262 incidencias en tan solo doce horas en toda la comunidad, con especial incidencia en Vigo y Pontevedra, además de Santiago y A Coruña, la jornada de este viernes ha sido incluso más ajetreada, con 161 intervenciones en la mañana de este viernes en tan solo cuatro horas, desde las 8:00 horas a las 12:00.
En Vigo, los bomberos tuvieron que salir una decena de veces. Las fuertes rachas de viento tumbaron árboles, desplazaron contenedores y en la calle Marqués de Valterra hasta se llevaron por delante parte de la cubierta de un edifico que hace esquina con Severo Ochoa.
En Baiona, los efectivos municipales trabajaron desde primera hora de la mañana para reparar los desperfectos causados por el mal tiempo. El viento y la lluvia provocaron numerosas incidencias en la localidad. La más llamativa fue la entrada de abundante espuma en el litoral urbano debido a la fuerza del oleaje.
No en vano, durante todo este 20 de octubre ha estado activo el aviso naranja en la costa por vientos de fuerza 8 y mar combinada del noroeste, con olas de 5 a 7 metros en todas las Rías Baixas.
Espectaculares las que hemos podido ver en A Guarda, en cuyo espigón golpea con saña el mar en jornadas como las de hoy, creando lenguas de agua que se yerguen imponentes dejando imágenes casi fantásticas pero tras las que se esconde un peligro cierto.
En total, desde el mediodía del pasado miércoles hasta el mediodía de este viernes, el número de incidencias registradas en Galicia a causa de la borrasca alcanzó las 761 sin que ninguna de ellas, afortunadamente, haya sido de especial consideración ni haya que lamentar daños personales.
Las ramas y árboles en las carreteras supusieron un total de 89 incidencias, seguidas de las tareas de prevención de riesgo (29) y de la presencia de cables de la luz, telefónicos y carteles en las carreteras (21).
En la costa, y pese a que los grandes barcos buscaron su abrigo, hubo dos casos de embarcaciones, un yate en Laxe y una lancha en Ortigueira, que se soltaron debido a las difíciles condiciones del mar, además de una batea que quedó a la deriva entre la playa Mexilloeira y la de As Pipas, en O Grove.
Por provincias
En cuanto a las provincias, A Coruña registró 87 incidentes, 37 Pontevedra y 9 Ourense. Estas cifras se suman a las acumuladas desde el miércoles lo que suma un total de 357 en la de A Coruña, 294 en la de Pontevedra, 90 en Lugo y 43 en Ourense.
Por su parte, el ayuntamiento de Santiago suma, desde el miércoles, 30 incidencias y el de A Coruña acumuló 25. El ayuntamiento de Vigo alcanzó los 42 incidentes, la ciudad de Pontevedra se sitúa en las 20 intervenciones y en Tui fueron 14 las incidencias.
La borrasca está pasando pero quedan por delante más jornadas lluviosas y una alerta amarilla que en las Rías Baixas se mantendrá activa hasta el mediodía del sábado, lo que obliga a seguir manteniendo la precaución para que estos fenómenos climáticos tan propios del otoño no pasen de ser momentos dignos de ser fotografiados.