Profesores, personal de administración y servicio y estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático de Vigo (ESAD) se han concentrado este lunes en la institución y han leído un manifiesto de apoyo a las alumnas que hace dos años denunciaron acoso sexual y abuso de poder, lo que dio lugar a un proceso contra tres profesores que se archivó la primera semana del pasado mayo por falta de pruebas.
Ante la inminente reincorporación a sus puestos de trabajo de los tres profesores, este grupo de personas movilizadas se han ratificado en la posición que han mantenido desde el 1 de febrero de 2020, cuando manifestaron en rueda de prensa su apoyo a las denunciantes.
“Seguimos considerando que una escuela debe ser, ante todo, un espacio seguro en el que la prioridad es el derecho a la educación, pero una escuela de Artes, además, debiera ser un lugar para desarrollar el talento y la alegría de saber, no un lugar donde el aire a respirar destile miedo, nerviosismo y amargura”, dice el manifiesto.
Además, manifiestan que “el derecho a creer a mujeres que declaran ser víctimas de acoso es una decisión personal” que no tiene nada que ver con sus obligaciones profesionales. “La creencia de las víctimas implica nuestra empatía con ellas y no necesariamente una forma de acusación o señalamiento de los agresores”, explican.
“Compartimos con las jóvenes denunciantes el dolor ante la inacción de la Administración para resolver un problema que, lejos de archivarse, persiste a modo de trauma en la memoria”, continua el manifiesto, que habla de la sensación de inseguridad en las dinámicas de enseñanza-aprendizaje y en la certeza de impunidad sobre prácticas inapropiadas.
“Queremos, finalmente, mostrar nuestra voluntad de proteger a las estudiantes presentes y futuras a través de las herramientas de las que estemos dotadas, comprometiéndonos a hacer lo posible por la mejora constante de la convivencia, así como por la seguridad, y por convertir nuestra escuela en un verdadero espacio libre de violencias machistas”, concluye.