Un nuevo paso en el comienzo de las obras de Barrio do Cura, marcándolo el alcalde Abel Caballero -este mismo martes- como el inicio real de la actuación que marcará un antes y un después en el centro de Vigo. «Hoy arranca en el ámbito físico una de las grandes transformaciones de la ciudad en toda su historia», señaló el regidor.
Hace semanas que operarios de la UTE Barrio do Cura -conformada por DFR y Construcciones San José- se pusieron manos a la obra en la parcela donde se levantará el primer edificio del lujoso complejo residencial de casi 300 viviendas.
Balizar y vallar el perímetro de la actuación así como los primeros trabajos de movimientos de tierras y excavaciones han dado paso, este mismo martes, a la numeración y desmontaje de la fachada del antiguo asilo, uno de los emblemas de la obra que se conservará en su modo original.
De hecho, el propio Caballero reconocía este mismo lunes al arquitecto del proyecto de Barrio do Cura, Alfonso Penela, que desconocía el valor arquitectónico de la fachada pero que el valor simbólico era «extraordinario».
Sin embargo, el desmontaje de la fachada -que se volverá a montar pieza por pieza para dejarla exactamente igual a como está en la actualidad- se lleva a cabo «para evitar cualquier riesgo».
Pero no siempre fue así. Hace cuatro años se planteó desmontarla para, luego, decidir conservarla tal cual mientras durasen las obras pero, ahora, se ha cambiado nuevamente de idea optando por la conservación del rosetón y de la capilla del asilo pero desmontándola «para volver a montar» después, apuntó Caballero.
Además, el alcalde señaló que también se conservarán las casas de pescadores que se encuentran en el ámbito «para ser montadas después exactamente igual que estaban» y que, como subrayó el regidor, «forma parte de la tradición histórica de la ciudad».
Plazo de tres años
Los plazos «los carga el diablo», aseguró Caballero ante los medios de comunicación cuestionado por el fin de las obras. Sin embargo, y como avanzó VIGOÉ, es la fecha que le han dado a las personas que ya tienen reservada una de las viviendas en el primer edificio que comenzará su ejecución, el ‘Ardora’. El compromiso de entrega de los primeros pisos es el año 2028. Y así lo confirmó el regidor: «Los promotores hablan de tres años para acabarlo todo», dijo, matizando que se trata de una cifra «indicativa».
Y a pesar de considerar que se trata de un plazo «muy ajustado», el alcalde señaló que le «urge que se haga lo antes posible». «Iremos a velocidad supersónica», especificó para señalar, a continuación, que «toda la ciudad tiene prisa porque esto funcione y sea una nueva zona de vivencia», apuntó este martes calificando el desarrollo del complejo como un «hito» en la historia de Vigo.
Con todo, quiso poner el foco, también, en el porcentaje de vivienda protegida que habrá en las promociones y que alcanzará un 30% «para que gente joven con salarios no muy elevados, puedan alquilar».
Una regeneración «absoluta»
El alcalde estuvo este martes en una visita que, para el regidor, supone el ‘pistoletazo’ de salida de las obras de Barrio do Cura.
Y estuvo acompañado de la concejala de Urbanismo, María José Caride, del arquitecto y máximo responsable de la ejecución de la obra, Alfonso Penela, -a quien felicitó por el proyecto-, así como por buena parte del equipo de Gestilar -promotores del ámbito- y de responsables de las empresas adjudicatarias, que tenían cortado el tránsito peatonal de una parte de la acera de Paseo de Alfonso con Pi y Margall.
Caballero calificó así este inicio de obras como una «regeneración absoluta y con un enorme respeto a lo que había y a lo que tradicionalmente significaba el Barrio do Cura». «Hoy una zona degradada, deteriorada y abandonada inicia su recuperación», señaló tras más de 20 años esperando porque este complejo residencial saliese adelante.
Además, matizó que las obras que vendrán después pasarán porque el Paseo de Alfonso se extenderá «por delante de la nueva construcción» para llegar hasta Santa Marta, de modo que, esta calle y Llorente llegarán a tener «5 metros más de ancho».
Y a ello le sumó la continuación del túnel de Elduayen para conectar Torrecedeira con Porta do Sol que «haremos coordinado con Barrio do Cura» y con el objetivo de que el Paseo de Alfonso pase a ser «completamente peatonal, como ya prácticamente casi es», apuntó.
En definitiva, Caballero consideró que la obra «marca un hito en la historia de la ciudad» y que, de forma conjunta con la recuperación de la Panificadora «en cuanto se apruebe el plan, será parte activa de la remodelación global de una zona de una parte importantísima de la ciudad. Una nueva forma de hacer Vigo», concluyó.