Nuevo paso administrativo para llevar adelante y sin problemas jurídicos la obra de Barrio do Cura. Tras varios años pleiteando, este mes de enero de 2025, los vecinos de la Comunidad de Propietarios del número 36 de la calle Santa Marta, uno de los últimos reductos afectados por el ámbito de urbanización del nuevo complejo residencial y edificio que todavía queda en pie, pondrán fin a este proceso tras llegar a un acuerdo con la entidad promotora de los trabajos para abandonar el inmueble.
La Gerencia de Urbanismo que se celebra mañana martes, 28 de enero, tratará un informe-propuesta para aprobar definitivamente la expropiación por tasación conjunta de la actuación aislada nº2 y denominada AA2 de la Modificación Puntual del PXOU/1993 para la reordenación del ámbito de Barrio do Cura.
Es decir, la equivalente al ámbito en el que se encuentra este último inmueble que tiene entrada por la calle Santa Marta y que es bien visible desde la curva que empalma con la calle Torrecedeira.
De este modo, se da vía libre definitiva a los promotores para hacerse con el edificio de tres plantas y para la expropiación del mismo. De hecho, según se detalla en el documento, el acuerdo alcanzado con los propietarios y titulares de los bienes y derechos afectados se formalizó el pasado 12 de diciembre de 2024, siendo el día 20 del mismo mes cuando la promotora Barrio do Cura Desarrollo, SLU se lo comunica al Concello.
El fin del proceso llega así tras lograr un pacto «de mutuo acuerdo» entre las partes en lo que se refiere al precio justo expropiatorio. Es más, se detalla «el justiprecio de todos los bienes y derechos expropiados así como el realojo reconocido y las condiciones de alojamiento temporal al mismo tiempo que el régimen de garantías», reza el documento que mañana pasará por Gerencia de Urbanismo.
Así, una vez que el Concello y la promotora tengan dichos terrenos, este ámbito se destinará a crear la zona verde prevista en el entorno así como para completar la red viaria que dará servicio a la nueva ‘macro urbanización’ de lujo.
Y es que en esa zona, según el propio planeamiento aprobado, es donde se plantea construir la glorieta que vertebrará el tráfico rodado del vial interior del complejo de Barrio do Cura y donde desembocará así mismo -y si sale adelante- la prolongación del túnel de Elduayen, ahora mismo con proyecto básico redactado y a la espera de obtener el visto bueno de Patrimonio de la Xunta.
La Gerencia de Urbanismo ofrecerá así un dictamen favorable -que luego deberá ratificar la junta de gobierno local- sobre el acuerdo suscrito entre la promotora de Barrio do Cura y la totalidad de los propietarios.
Además, en este mismo trámite, se desestimarán las alegaciones formuladas durante el proceso de información pública -puesto que se quedan sin objeto tras alcanzar un pacto de mutuo acuerdo- al mismo tiempo que aprobará -con carácter definitivo- el proyecto expropiatorio del edificio ubicado en el número 36 de la calle Santa Marta, restando simplemente el trámite previsto para su posterior demolición, como ya ocurrió hace unos meses con la propia escuela infantil y otros inmuebles de parcelas colindantes en el entorno.
Nueve viviendas
El documento que mañana pasará por Gerencia de Urbanismo da buena cuenta del acuerdo logrado con todos los propietarios y titulares de los bienes inmuebles afectados.
De hecho, el 14 y 16 de enero de este año, una representante de los propietarios hace llegar al Concello un listado actualizado de los titulares que resultan afectados «expresando su conformidad a dicho acuerdo alcanzado entre las partes».
La división horizontal del inmueble de Santa Marta 36 establece nueve fincas distribuidas en sótano, planta baja, primera, segunda y tercera con superficies que oscilan entre los 50 y los 77 metros cuadrados.
Mientras, la superficie de la parcela, según la medición topográfica realizada por el Ayuntamiento, es de 193,82 m2, correspondientes a la edificación y al pequeño patio trasero y en el lateral noroeste.
De hecho, estas mediciones son las que se tuvieron en cuenta cuando se aprobó inicialmente el proceso expropiatorio en octubre del año 2023, acuerdo de la junta de gobierno local que posteriormente fue tumbado por el Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo.
Además, la valoración que se hizo en su momento de las parcelas y de las nueve viviendas llegaba a un valor conjunto total -y tasado- que superaba los 1,2 millones de euros.
En dicho documento ya se matizaba que se trataba de una valoración que «podría ser matizada o corregida como resultado de la exposición pública con los datos y documentos que los interesados aporten».
Demanda judicial
Con todo, se trata así de un acuerdo histórico puesto que los nueve propietarios del edificio de Santa Marta -entre los que se encontraban dos nonagenarias- habían llegado a denunciar al Concello de Vigo y a la promotora impugnando el proyecto de urbanización alegando «carencias fundamentales».
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo dictó sentencia el pasado mes de marzo de 2024 a su favor. Sin embargo, y como aseguró en su momento la concejala de Urbanismo, María José Caride, dicho dictamen «no afectaría a la modificación puntual» del planeamiento ni a la ordenación del ámbito, que continuaba «vigente y firme».
Y así fue habida cuenta del trámite que mañana tratará la Gerencia de Urbanismo pero, también, por el recurso que interpuso el Concello hace casi ya un año tras esta resolución y que, finalmente, obtuvo el aval del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en el mes de diciembre del pasado año 2024.
Casa Roucos, todavía aguanta
Mientras, existe un último reducto en este ámbito que todavía aguanta. Se trata de Casa Roucos, un histórico restaurante de la ciudad y del barrio antiguo vigués que se ubica en el número 6 de la misma calle y que es famoso por ser un lugar de paso de destacados personajes de la cultura y de la política gallega.
El pintor Laxeiro era uno de sus clientes asiduos pero a día de hoy, entre otros, lo frecuentan el editor Bieito Ledo o el pintor Antón Pulido.
Y como bien aseguraron a VIGOÉ sus responsables, por ahora, no se moverán del ámbito. Y es que este negocio familiar con 73 años a sus espaldas «no quiere dinero». Lo que buscan es un realojo en la zona y mientras eso no sea así, permanecerán en su local.
Por ahora, nadie se ha puesto en contacto con ellos para negociar un acuerdo, por lo que se mantienen firmes en sus intenciones. «Somos los únicos», señalaban desde el restaurante.
Avanzan las obras y el desmontaje de la fachada del asilo
Con todo, el avance de las obras en Barrio do Cura es bien visible desde todos los puntos del Paseo de Alfonso. El movimiento de tierras y la entrada y salida de camiones de la parcela es constante.
Y aunque según apuntan fuentes cercanas a los trabajos, las obras no van tan avanzadas como se debería, sí es cierto y evidente la cantidad de operarios y maquinaria que, día tras día, abundan en el entorno.
De hecho, esta última semana, la zona verde donde se encontraba el Cruceiro do Campito amaneció con una nueva pilotadora que, además, ha sido tapada desde la barandilla del Paseo de Alfonso -aunque estos días no aguantó las sacudidas de la borrasca Herminia– mientras que, en la fachada de la capilla del antiguo asilo, se continúa con las labores de desmontaje llegando ya a alcanzar y a ‘hacer desaparecer’ el gran rosetón que coronaba la misma.
Con todo, desde la promotora Gestilar no han querido dar datos concretos -por ahora- del grado de ejecución de las obras.