La Navidad más atípica comenzó este miércoles en Vigo, con luces pero sin espectadores. La pandemia del coronavirus lo ha arrasado todo, incluido un acto de inauguración que en los últimos años había congregado a decenas de miles de personas en el centro de la ciudad. Abel Caballero, acostumbrado a darse baños de masas, solo tuvo esta vez a un puñado de personas a su alrededor.
Unas 100 personas, contando con periodistas, representantes de asociaciones y gobierno local, asistieron al encendido del alumbrado más desértico que se recuerda. La fama de la Navidad de Vigo había llevado en años anteriores a una multitud hasta a las calles. Porta do Sol, Príncipe, Colón, Policarpo Sanz, García Barbón, Alameda… todo se abarrotaba hasta los topes.
Esta vez nada fue igual. Las medidas de seguridad dispusieron un cordón de varias manzanas alrededor del Teatro García Barbón (por cierto, absolutamente apagado), a cuya puerta está instalado el árbol gigante de Navidad. Hasta el punto neurálgico solo pudieron llegar los invitados. La ciudadanía viguesa respondió y acató el llamamiento del alcalde, quien desde hace días pidió que nadie acudiese y que siguiesen el encendido a través de los medios de comunicación.
Bola de Navidad, casa de Papá Noel, jardines, macizos en gran parte de las principales calles... la ciudad ya está decorada, aunque esta vez sin multitudes y con toque de queda a las 23:00 horas hasta nuevo aviso.
Caballero llamó a la ciudadanía a vivir la Navidad de Vigo con ilusión pero con “contención en el comportamiento, para que en el mes de enero no se produzca un repunte de los casos y que todas y todos estemos aquí cuando lleguen las vacunas”. Bajo el árbol, cerrado este año al público por las medidas, se pudieron escuchar las canciones clásicas, como el villancico ‘Happy Christmas’ de John Lennon y la banda sonora de ‘El último mohicano’, pero también a Mariah Carey.
La crisis sanitaria ha provocado numerosos cambios en los planes municipales para estas Navidades. La celebración del mercadillo de Navidad y la noria que el año pasado se instaló en la Alameda se suspendieron tras quedar desierto el concurso. Tampoco se montará el Belén Monumental de la Casa das Artes ni el Poblado Navideño de la Casa Galega da Cultura al ser espacios cerrados.
Además, el árbol gigante no tendrá pasillo interior ni se podrá atravesar y la Cabalgata de Reyes de este año será estática. El lugar elegido es la Avenida de Castelao para facilitar la afluencia de público con total seguridad.