Piedra, madera, espacios abiertos y luz, estas son las cuatro características que moldean «Redeiras». La Universidad de Vigo inauguró este lunes su nueva sede en el emblemático barrio de O Berbés. La rehabilitación de tres casas típicas de marineros ha permitido dotar a la institución académica viguesa de una instalación luminosa en las raíces de la ciudad.
Ya antes de ser abierta, la reforma logró su primer reconocimiento y se convirtió en finalista de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU). Este lunes, justo en el momento en el que las autoridades ofrecían sus discursos en el acto de apertura, VIGOÉ recorrió la nueva sede desde el exterior hasta al última planta. Aquí podéis realizar el recorrido que ya emitido en directo esta mañana:
Han sido cuatro años y medio de trabajos de rehabilitación y construcción dirigidos por el estudio de arquitectura Abalo Alonso y tres millones de euros invertidos por la Xunta de Galicia. Todo ello para que tres pequeñas viviendas de pescadores, situadas en los números 11,13 y 15 de O Berbés, permitan a la UVigo disponer de un inmueble, en el que desarrollar actividades académicas e institucionales en el centro de la ciudad.
El edificio es obra del estudio compostelano de arquitectura Abalo Alonso. Con un presupuesto de ejecución material de aproximadamente 1,6 millones de euros, las obras arrancaron en diciembre de 2016 partiendo de tres inmuebles que se encontraban en ruinas y de los que solo se conservaba parte de los fachadas delanteras, con los arcos de piedra de los soportales y parte de los balcones.
“Conservamos la huella histórica, de manera que, aunque se trate ahora de un único edificio, se aprecian las trazas de las antiguas construcciones. La más pequeña contiene el acceso, la escalera de emergencia y aseos e instalaciones en las diferentes plantas, mientras que las otras dos, se formulan más abiertas, con un hueco central iluminado de manera cenital, donde se localiza la escalera principal, que conecta el resto de espacios vinculados a ambas fachadas”, explican Elizabeth Abalo y Gonzalo Alonso.
Estructura de madera contralaminada
Un interior muy flexible y la utilización de una paleta reducida de materiales, son dos de las características de esta intervención. Su estructura de madera contralaminada lo convierte, “sino estamos equivocados, en el primero edificio público en altura construido en España con esta tecnología”, apuntan los arquitectos. Recuerdan también que los paneles fueron fabricados en Centroeuropa, se mecanizaron en Navarra y se montaron en Vigo, lo que permitió reducir, tanto el tiempo de la obra, como el impacto ambiental.
Aunque la distribución interior cambió de la inicialmente prevista en el concurso, a la ejecutada finalmente, esto no afectó a la infraestructura básica propuesta. Finalmente la planta baja cuenta con un espacio de recepción, tienda y campus virtual; en la primera se localiza atención al alumnado, espacios de trabajo compartido; sala de prensa y despacho institucional; aulas y oficinas en la segunda, para terminar con una zona de exposiciones en la tercera.
La nueva edificación se resuelve con una paleta reducida de materiales: la piedra existente, el hormigón en la cimentación y arranque de los muros en contacto con el terreno, madera en el resto de la estructura, tanto vertical, como horizontal, así como carpinterías interiores y exteriores y, por último, el zinc en la cubierta.
Estado previo de inmuebles
Sobre la rehabilitación, Abalo y Alonso explican que se llevó a cabo en función del estado previo de cada uno de los inmuebles. “Se conservaron y se restauraron los soportales de los tres edificios. La fachada del inmueble situado a la izquierda se desmontó y reconfiguró para adaptarse a la altura entre forjados de las otras dos», explican.
La parte central se conservó, tal cual, reforzándose la cantería y completándola con una nueva cornisa de granito, mientras que la fachada correspondiente al inmueble situado a la derecha se dejó prácticamente tal cual, restaurando las molduras existentes y pintando el conjunto.
Exposición
Las autoridades que este lunes participaron en la inauguración del inmueble, tuvieron ocasión de recorrer el edificio guiados por los arquitectos. Este recorrido incluyó una visita a la exposición «100 lunas cuadradas», de la mano de su comisario Antonio Ferriz. La muestra está compuesta por fotografías hechas en el Observatorio del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias, que antes ser expuestas en el edificio Redeiras se mostraron en el Instituto Cervantes de Tokio, en varias universidad japonesas y en la Galería Nacional de Tokio.