Piedra, cristal y madera. El Pazo da Oliva ya luce restaurado en el centro de Vigo por dentro y por fuera. La piedra histórica del siglo XVII se ha mantenido para protagonizar junto con grandes cristaleras y escaleras y puertas de madera la arquitectura del nuevo centro sociocultural del Casco Vello.
En total son 4.700 metros cuadrados construidos repartidos en cinco plantas más el parking subterráneo. Casi 5.000 metros caracterizados por una palabra: polivalencia. Los responsables del proyecto no se cansan de destacar las múltiples posibilidades que ofrecen los diferentes espacios repartidos entre la planta sótano, donde está ubicada la sala cerrada para eventos como conciertos; la planta O, donde se situará la propuesta de restauración informal y coctelería; entreplanta, con el restaurante de Pepe Solla; y las dos plantas superiores, con sus respectivos espacios para acoger reuniones de todo tipo.
Todo tipo de eventos tendrán cabida en el Pazo da Oliva. “Desde bodas, bautizos, comuniones, exposiciones, reuniones o conciertos”, explica Fernanda Ferrari, directora da marketing de Interatlantic, la compañía promotora de la restauración del edificio.
Ferrari no tiene dudas sobre el resultado final de la intervención, que vio avanzar desde el año 2016 cuando la empresa GBS del grupo Interatlantic adquirió la propiedad e inició la rehabilitación. “Es un concepto diferente a nivel Vigo, Galicia y me atrevería a decir que incluso nacional”, explica. “Va a dar mucho juego a la ciudad y contribuirá a reavivar el ocio y el entretenimiento de la ciudad, al tiempo que revaloriza el casco viejo”, destaca Fernanda Ferrari.
A día de hoy la obra está terminada y lista para su inauguración, aunque faltan alguna licencia de urbanismo que impide fijar la fecha exacta de su puesta de largo, pero los responsables del nuevo Pazo da Oliva planean hacer coincidir esta gran inauguración con la feria Conxemar, que se celebra entre el 4 y el 5 de octubre.
Desde Interatlantic explican que aún no tienen una programación cerrada para su puesta en marcha, pero sí que cuentan con numerosas peticiones para eventos concretos como puede ser el caso de reuniones de colegios de médicos.
El objetivo es que el nuevo palacio vigués se convierta en el lugar de referencia cultural de la ciudad. O más bien, que recupere el protagonismo que ya tuvo durante décadas, cuando todavía no existía el Teatro García Barbón y en su interior se celebraban todo tipo de eventos. Uno de los elementos incorporados ha sido una gran escalera de acceso de más de 30 toneladas.
El aparcamiento dispone de cuarenta plazas en disposición natural, que se pueden duplicar en el caso de un evento concreto como una boda, cuando se haría un uso privado del espacio.
Uno de los platos fuertes de este nuevo espacio será la oferta gastronómica que está totalmente coordinada por Pepe Solla. El cocinero de Poio, estrella Michelín, estará al frente tanto del restaurante situado en la entreplanta con capacidad para 50 comensales, como del comedor más informal de la planta O y de la coctelería.
El proyecto fue redactado por los arquitectos Martín Cominges y José Javier Villacé. Con el arquitecto Pedro de la Puente Crespo como director de obra y Raúl Fructuoso Aragunde como arquitecto técnico, los interiores han estado bajo la supervisión de Carlos Viqueira.
Desde Interatlantic califican al Pazo da Oliva como el nuevo kilómetro 0 de Vigo en ocio, entretenimiento y cultural, tanto por su ubicación, en el corazón del Casco Vello, como por su filosofía y posibilidades de uso.