Un total de 12.788 estudiantes gallegos están matriculados para participar entre este martes y este jueves -6, 7 y 8 de junio- en la convocatoria ordinaria de la Avaliación do Bacharelato para o Acceso á Universidade (ABAU), que este año elimina medidas propias de la pandemia de la covid pero mantiene otras, como por ejemplo la mayor opcionalidad en los exámenes.
La gran mayoría de los alumnos matriculados -unos 11.000- harán la parte obligatoria y la optativa, es decir, los exámenes de las materias comunes a todo el alumnado y una de su modalidad, más aquellas conocidas como ‘específicas’, que cada aspirante escoge en función de la carrera universitaria en la que quiere entrar. Algo menos de 2.000 harán solo la optativa.
Para la selectividad de este año, hay previstas en total 36 comisiones delegadas repartidas por toda Galicia. El grueso del alumnado irá a las principales ciudades universitarias: A Coruña y Vigo acogerán a unos 2.800 aspirantes cada una, y en Santiago harán las pruebas otros 2.400.
También habrá centros de examen en facultades situadas en Lugo, Ourense y Pontevedra, con entre 1.000 y 1.500 alumnos, a los que se suman otros 800 en Ferrol. Además, hay tres comisiones periféricas situadas en institutos para evitar largos desplazamientos hasta las urbes de referencia: el IES Vilar Ponte de Viveiro (145 estudiantes), el IES Agra de Raíces de Cee (129) y el IES Cosme López Rodríguez de A Rúa (123).
Junto a todas ellas, hay una comisión delegada que la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CiUG) habilita en colaboración con la ONCE para todos los aspirantes con necesidades especiales de apoyo o que cuenten con alguna discapacidad. Allí tendrán todo el material y la asistencia que precisan.
No obstante, cada campus cuenta también con una ‘comisión auxiliar’ para los alumnos con necesidades especiales de apoyo educativo (NEAE), que requieren de una atención específica. Para ellos, el calendario está adaptado de forma que tendrán hasta dos horas para hacer cada examen -media hora más que para el resto-, aunque lo habitual es que no acaben de consumirlo por completo.
Mantiene el modelo covid
La ABAU 2023 recupera, a grandes rasgos, la normalidad previa a la pandemia. Eso sí, hay ciertos protocolos que «llegaron para quedarse», tal y como explica a Europa Press el vicepresidente de la CiUG, Pedro Armas. Por ejemplo, las pruebas continuarán con el modelo instaurado con la covid, con una mayor optatividad de modo que los aspirantes podrán escoger entre varias preguntas.
También hay otras medidas implantadas durante la crisis sanitaria que se demostraron eficaces a nivel logístico. Así, el acceso de los estudiantes a los centros será ordenado y en filas, se mantendrá la ventilación de las aulas y se permitirá que los alumnos puedan llevar sus mochilas hasta sus asientos, en lugar de dejarlas todas amontonadas en una esquina. Con todo, el protocolo mantiene –aunque más laxos– aspectos preventivos contra la covid, como el aislamiento y el uso de mascarillas de aquellos alumnos que presenten síntomas compatibles con la enfermedad.
Armas explica que la CiUG abogó por introducir muy pocos cambios dada la «actual situación política». Y es que precisamente esta semana trascendía que el Ministerio de Educación paralizaba el real decreto de la nueva EBAU, cuya implantación empezaría el curso que viene, por «responsabilidad» ante la convocatoria de elecciones generales el próximo 23 de julio.
«No sabemos cómo va a quedar la nueva selectividad, así que lo mejor es que la gente continúe prácticamente igual», reflexiona el vicepresidente de la CiUG, en declaraciones a Europa Press.
Vuelven los detectores de frecuencia
Una de las novedades de la selectividad de este año será la vuelta de la detección de frecuencias en «todas las aulas», para ‘cazar’ a los alumnos que intenten a través de algún dispositivo. Se trata de una medida que se había suspendido a raíz de la pandemia y que vuelve en este 2023.
El año pasado, tres alumnos habían sido expulsados de la ABAU en Galicia por emplear la tecnología de manera fraudulenta en los exámenes. En A Coruña y Vigo se expulsó a dos jóvenes con ‘smartphones’ activos, mientras que otro en la ciudad olívica usaba su reloj inteligente. A ellos hay que sumar un cuarto que fue interceptado en Santiago con una tradicional ‘chuleta’ en papel.
A este respecto, la CiUG advierte que si se detecta que un estudiante ha copiado durante alguna de las pruebas, se procede a anular toda la ABAU para él. Pedro Armas recuerda que, durante el examen, los móviles deben estar inoperativos, es decir, «apagados o en modo avión».
Calendario de pequeñas novedades
Los horarios publicados por la CiUG recogen alguna novedad con respecto a convocatorias anteriores de la ABAU. Tras una presentación introductoria a las 9,00 horas, los exámenes arrancarán a las 10,00 con el de Historia de España. Igual que todas las restantes, la prueba durará hora y media. La mañana del primer día se completará con Lengua Castellana y Literatura II, a las 12,00 del mediodía.
La principal novedad de este año será en el turno de tarde. En cursos anteriores, las materias comunes a todo el alumnado centraban toda la primera jornada, pero en esta ocasión se ha decidido dividir las asignaturas troncales entre el primer y segundo día.
Por tanto, el martes por la tarde se celebrarán las primera pruebas de materias de modalidad, en función de la opción de Bachillerato que haya cursado cada uno: a las 16,00 serán los exámenes de Matemáticas II o Latín II; y a las 18,00 los de Economía de la Empresa o Diseño.
El miércoles, la ABAU se retoma a las 9,00 de la mañana con más materias comunes, cuando antes estas se concentraban el primer día, con Lengua Gallega y Literatura II. Le seguirá, a las 11,00 horas, el examen de Primera Lengua Extranjera, a elegir entre inglés, francés, alemán, portugués e italiano. A las 13,00 horas serán los exámenes de las optativas Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II y Fundamentos del Arte II.
La segunda jornada continuará por la tarde, a las 16,30 con la prueba de Química o la de Griego II; y a las 18,30 serán las últimas, a elegir entre Dibujo Técnico II, Artes Escénicas o Segunda Lengua Extranjera –inglés, francés, alemán, italiano o portugués–.
El último día, el jueves 8 de junio, está reservado única y exclusivamente para optativas. Empezará con el examen de Biología o Historia del Arte a las 9,00 horas; seguirá con el de Física, Geografía o Cultura Audiovisual II a las 11,00 horas; y la ABAU 2023 finalizará con las pruebas de Geología o Historia de la Filosofía, que serán a las 13,00 horas.
Una semana para conocer los resultados
Una vez terminados los exámenes, los aspirantes esperarán una semana, hasta el 15 o el 16, para recibir los resultados. Participarán en el desarrollo de esta ABAU entre 800 y 1.000 trabajadores de toda clase, entre ‘vigilantes’, correctores y administrativos, entre otros.
El vicepresidente de la CiUG estima que habrá unos 80.000 exámenes a corregir, por lo que es necesario disponer de «muchos profesionales» para que todo «funcione rápido y bien».
Una vez se conozcan las notas, se abrirá un período de cuatro días, del 16 al 20, para solicitar revisiones. Tras conocerse la resolución a estas peticiones, se publicarán las notas definitivas y empezará a correr el calendario para matricularse en la universidad, pero eso será ya en julio.