Aunque la Porta do Sol lleve meses abierta al público, su remodelación todavía no ha terminado. Falta el mobiliario urbano de ‘quita y pon’ prometido por el alcalde, Abel Caballero, y que posteriormente plasmó en papel la segunda modificación del proyecto, aprobada en marzo por 3,2 millones de euros adicionales a los 13,4 millones iniciales. Esos bancos y jardines empezaron a instalarse este miércoles en dos puntos de la plaza.
Concretamente, se han colocado junto al Sireno y en la conexión con la Praza da Princesa. No se descarta poner más en fechas próximas. Todo apunta a que su uso será elevado, al menos así se puede deducir de la ocupación que suele presentar el palco construido junto a la calle Policarpo Sanz, sobre todo en los días de buen tiempo.
En todo caso, el Concello de Vigo defiende que este mobiliario debía ser retirable y, aunque los elementos colocados aparentan ser pesados, desde la Praza do Rei siguen señalando en esa dirección.
Caballero ha apostado por compatibilizar el día a día ciudadano con los grandes eventos que acoge la Porta do Sol. Cuando ya han pasado la Navidad, el Carnaval, la Reconquista y la Semana Santa parece el turno de montar estos bancos y jardineras para el final de la primavera y el principio del verano. Las próximas citas multitudinarias no se celebrarán hasta agosto, cuando la procesión del Cristo de la Victoria y la Batalla de Gallos de O Marisquiño llenen la nueva plaza pública de Vigo.
Para entonces, además, se habrá estrenado la rampa mecánica de la calle Carral, que precisamente desemboca en la Porta do Sol y está encuadrada dentro del mismo proyecto. Actualmente, los pórticos ya están en su sitio y los laterales se han acondicionado. Apenas queda adecentar el entorno de la entrada al aparcamiento subterráneo.
No hay fecha precisa para la puesta en marcha de esta cinta transportadora, pero se estima que será a lo largo de este mes. Como muy tarde, se inauguraría en junio.