“Vigo es una ciudad con muchos riesgos” para quienes en ella viven y para quienes la visitan y con muy pocos bomberos para hacerles frente a causa de una “situación de deterioro del servicio insostenible”, según han denunciado los seis sargentos del cuerpo de Bomberos de la ciudad, que han señalado directamente al alcalde, Abel Caballero.
Bruno de Sousa, José Villar, Daniel Cabaleiro, David López y David Lemos son los máximos responsables del servicio y este jueves han convocado a los medios de comunicación para denunciar que operan “bajo mínimos”, con las “consecuencias irreparables tanto para trabajadores como para ciudadanos” que ello puede tener.
Tal y como han explicado, Vigo debería tener 151 bomberos, según el protocolo, pero actualmente solo tiene 125, si bien el jefe servicio de Bomberos redactó y remitió recientemente un informe al Ayuntamiento en el que detallaba que para 2024 serán necesarios 175 efectivos.
Con estas carencias, los turnos de 24 horas están siempre faltos de personal ya que el protocolo exige un mínimo de 20 bomberos por turno, aunque hoy hay 15, un dato que está en torno a la media de los últimos tres meses
“En esta ciudad viven aproximadamente 300.000 almas que duermen todas las noches con la convicción de que servidores públicos van a velar por ellos en el momento en que un infortunio se cruce en sus vidas, y ¿de verdad alguien se puede creer que con 15 efectivos vamos a ser capaces de cubrir los infortunios de semejante población?”, ha dicho Villar, máximo responsable del operativo de servicio.
“Tenemos que ser honestos y decir claramente que no nos vemos capacitados para resolver con eficacia y eficiencia determinadas actuaciones”, ha añadido. De una situación que han calificado de “crónica de una muerte anunciada”, culpan los sargentos al Ayuntamiento y a su cabeza visible, el primer edil Abel Caballero.
“Aun siendo consciente de que lo que voy a decir me puede traer problemas, creo que hay cosas que hay que decir por un acto de responsabilidad y dignidad como trabajador”, ha explicado Villar, que ha acusado a Caballero de conducirse de un modo “propio de políticos de épocas pretéritas”.
“De Bomberos se hablará cuando yo lo diga”
Como ejemplo pone una visita que realizó Caballero al parque de Bomberos, momento en que un trabajador le preguntó que cuándo se iba a resolver el problema de personal del cuerpo, a lo que Caballero respondió: “De Bomberos se hablará cuando yo lo diga”.
El conflicto entre Ayuntamiento y Bomberos viene de largo; ya que estos vienen advirtiendo desde 2007 de la necesidad de ir renovando paulatinamente un cuadro de personal envejecido, y cuando el cuerpo se quedó falto de personal el Ayuntamiento respondió con un decreto que vulneraba derechos fundamentales de los trabajadores, tal y como quedó plasmado en sentencias judiciales favorables a los trabajadores, que acudieron a los tribunales.
“Se dio el caso de trabajadores de hacer cien horas semanales”, ha dicho Villar para dar una idea de lo que el decreto del ayuntamiento imponía a los trabajadores, los cuales llegaron a hablar repetidamente de “esclavismo”.
La situación, según los Bomberos, se enquistó en ese momento y hubo una ruptura de negociaciones “unilateral” de la que, según la información que poseen, culpan al propio Caballero, a quien afean, además, que pese a que “se le hincha la boca” cuando presume de que su Gobierno paga a los proveedores en menos de 15 días “debe emolumentos a trabajadores desde hace aproximadamente tres años”.
Grandes eventos
Critican los grandes eventos de pública concurrencia celebrados este verano, como los conciertos de Castrelos y O Marisquiño, en los que los Bomberos no sabían cómo se iban a celebrar exactamente, o cuáles eran los planes de emergencia, por lo que no pudieron realizar la necesaria prevención.
En definitiva, todo lo anterior, señalan los Bomberos, hace de Vigo, una ciudad con puerto, con ría, con grandes eventos, edificios de altura y muchas industrias, un lugar de riesgo.
“Cuanto más dinamismo, más riesgo, y a más riesgo más necesario es tener un control para que no ocurra otro Marisquiño (en referencia al accidente de 2018). No queremos que ocurra, lo que queremos es trasladarlo y se lo estamos diciendo al alcalde”, ha añadido Cabaleiro, quien ha recordado que para evitarlo no es lo mismo contar con 15 bomberos trabajando que con 30, por lo que piden una solución ya.