La sección sindical CUT de Bomberos en Vigo da un paso más insistiendo en la advertencia que, como ya adelantó VIGOÉ, supondría para la ciudad viguesa un incendio como el sucedido en el barrio de Campanar, en Valencia.
En un duro comunicado enviado a los medios, los bomberos relatan toda la serie de deficiencias que tienen en el servicio y que les impediría poder enfrentarse con las máximas garantías, tanto para los ciudadanos pero también para ellos mismos, a un siniestro como el de Valencia. «Hacer presencia no es estar: hay que estar preparado y el mínimo que se nos debe exigir es preparación y capacidad», consideran.
Explican que el incendio ocurrido en Valencia «es extraordinario pero no único, ni raro», recordando que en esa catástrofe murieron 10 personas, «pero podían morir muchas más si esa ciudad no contara con un servicio estructurado y dotado de medios», alaban.
Y extrapolan esa situación a la ciudad viguesa: «No queremos imaginar el resultado de este siniestro en nuestra ciudad, no haría falta tanto para que las consecuencias tuvieran dimensiones exponencialmente más graves», especifican claramente. Y siguen «Vigo no es Valencia y un servicio no pretende ser lo otro pero hay unos mínimos que no se pueden descuidar, o antes o después se paga caro», advierten.
Es más, van mucho más allá alertando y dejando claro que «si eso pasara en Vigo, los pocos bomberos que estaríamos en la intervención no seríamos capaces de salvar las vidas, no tendríamos vehículos suficientes para llegar a los pisos. La situación sería una catástrofe absoluta«, alertan. «No podemos dar un servicio con un mínimo de calidad desde hace mucho tiempo, pero en los últimos años además de ser un servicio de baja calidad, está siendo imprudente y temerario».
La gestión del servicio: falta de personal y de formación
Desde el sindicato apuntan a la gestión del departamento como punta de lanza para poder hacer su trabajo en condiciones señalando que «es imposible de entender desde un plano técnico».
Al respecto, detallan vehículos obsoletos o no adecuados para las labores asignadas, falta total de formación para el personal, de un plan de prácticas diarias y procedimientos de trabajo, de un protocolo de comunicación, de un departamento de prevención porque, como informan, «a día de hoy, hay un bombero que hace labores de auxiliar administrativo», desconociendo así el motivo. Y continúan: «falta de escala jerárquica, falta de mandos intermedios, cubiertos estos por personal sin formación de ningún tipo. El suboficial y el oficial no desarrollan su guía de funciones«.
Sin embargo, consideran que estas cuestiones se quedan en «meras anécdotas» si se compara con la «insultante falta de personal que sufre el servicio». «Imaginemos lo que podría suceder en un siniestro semejante en un servicio como este», lamentan.
Es por ello por lo que se centran, además, en los servicios mínimos necesarios que deberían tener en el servicio. «No podemos contabilizar los días que no se cubren los servicios mínimos porque no se cubren nunca. Y queremos remarcar que los servicios mínimos no recogen el número de operativos suficiente si no el número de bomberos por debajo de los que no se puede estar bajo ningún concepto«, señalan, explicando a continuación que los servicios comunes suponen «un 25% más que el número recogido como mínimo».
Por último, especifican también la situación vivida en los dos parques de bomberos municipales: Teis y Coruxo, donde dicen ya estar «acostumbrados» a que «solo haya dos conductores teniendo que elegir si se lleva escalera o el agua, días en los que se atiende la ciudad desde uno de sus parques por estar cerrado el otro, aumentando unos 10´ el tiempo de respuesta, días donde no hay equipo de rescate y equipo de extinción», relatan.
«Estamos aceptando que el mismo bombero que lleva agua para apagar el fuego, sea el que rastree la zona para buscar a las víctimas y, en muchos casos, el mismo bombero que está al cargo de la intervención», cuentan en su comunicado insistiendo en que «se pone en riesgo cualquier operativo, al ciudadano y a los propios bomberos».
Carta a la concejala de Seguridad
Por todo ello se ven en la necesidad de insistir en trasladar a la ciudadanía la situación que viven porque, como explican, «llevamos años alertando de la situación dantesca e insostenible».
Así, han dado traslado «una vez más» -con una carta remitida por registro- a la concejala de Seguridad, Patricia Rodríguez Calviño, con un detallado estudio de la situación en la que se encuentra el servicio, las carencias y necesidades.
«Esperamos una respuesta temprana y una actitud de colaboración para solucionar el gravísimo problema del servicio de bomberos de la ciudad. No lleguemos tarde nuevamente», finalizan.