Bouzas se vistió de luto este domingo para despedir el Entroido con su ya icónico Enterro da Rincha, una tradición que combina sátira, reivindicación y profundo arraigo marinero. Entre lágrimas (ficticias) y risas cómplices, vecinos y visitantes acompañaron a la rincha en su último recorrido, marcando el inicio de la Cuaresma.
Un velatorio con ritmo de batucada
La jornada comenzó pasadas las cinco de la tarde en la Alameda Suárez Llanos, donde el velatorio de la rincha se convirtió en una fiesta de despedida. La batucada Lenha Verde inundó el ambiente con su ritmo contagioso, transformando el luto en una celebración vibrante. Disfrazados de viudas desconsoladas y plañideras exageradas, los vecinos de Bouzas dieron rienda suelta a su creatividad, despidiendo al Carnaval con humor y sátira.
Media hora después del inicio del velatorio, el cortejo fúnebre se puso en marcha, recorriendo las estrechas calles del casco histórico de Bouzas. La comitiva, encabezada por la rincha y su rinchiña, avanzó entre lloros y lamentos, mientras los vecinos se sumaban al cortejo, ataviados con sus mejores galas de luto.
Lectura del testamento y despedida en el mar
La playa de Adro fue el escenario de uno de los momentos más esperados: la lectura del testamento de la rincha. Con un tono satírico y reivindicativo, el testamento repasó los acontecimientos del año, lanzando dardos a personajes y situaciones locales. Tras la lectura, la comitiva se dirigió al muelle de embarcaciones tradicionales, donde la rincha y la rinchiña emprendieron su viaje final mar adentro, simbolizando el fin del Carnaval y el inicio de la Cuaresma.
Una tradición que se arraiga
El Enterro da Rincha se ha convertido en una tradición que refleja la identidad marinera de Bouzas, su sentido del humor y su espíritu comunitario. La celebración, organizada por la Asociación Cultural Vila de Bouzas, atrae cada año a cientos de personas, consolidándose como uno de los eventos más emblemáticos del Entroido en Vigo.