No se puede pedir más. Bouzas acoge este fin de semana la fiesta de A Brincadeira con una meteorología perfecta para disfrutar de la hermana pequeña de la Reconquistiña. Ya el viernes, los puestos del mercado tradicional se pusieron en marcha bajo el sol y con una temperatura envidiable, dando la razón a los organizadores, que decidieron trasladar la fiesta al mes de mayo en busca del buen tiempo que no siempre favorece a la Reconquista.
Y es que también fue en marzo, evidentemente, cuando los vecinos de Bouzas participaron en la victoria contra las tropas francesas, allá por 1809. Y a pesar de que las primeras ediciones trataron de coincidir con ese mes, la Asociación de Amigos de la Historia de Bouzas decidió mover el evento un par de meses más, para separarlo de su hermana mayor, la Reconquista, y buscar un clima más favorable para la celebración de una romería urbana.
Tras el estreno del viernes –que por primera vez acoge la fiesta, ahora de tres días–, el sábado el mercado volvió a llenar las calles y plazas de Bouzas de olor a choripanes y churrasco, elementos indispensables en esta celebración.
Como cada año, se invita a los visitantes a acudir vestidos de época para conmemorar la victoria ante los franceses que tuvieron en Bouzas a un aliado fundamental para lograr la victoria de la Falperra. Como ocurre en la celebración del Casco Vello vigués, son los trajes de los mercaderes los que aportan mayor rigor histórico y en esta ocasión, con temperaturas típicas del verano, la mayoría de los que paseaban por las calles y se detenían en los puestos llevaban atuendos mucho más ligeros.
La música tampoco falta en cada esquina del casco antiguo y la Alameda, con las actuaciones de Grupo Anduriñas de Cristo de la Victoria durante toda la jornada en la plaza de la Villa y grupos de pandereteiras y gaitas en el torreiro de Eduardo Cabello desde las 14:30 horas hasta el final del día.