Teóricamente, todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes deberán haber implantado sus zonas de bajas emisiones (ZBE) antes de que acabe 2023. Pero la aplicación de esta medida de carácter medioambiental se les está atragantando a muchos ayuntamientos. No solo por su impopularidad sino por los medios técnicos necesarios para garantizar su correcto funcionamiento. Vigo es una de esas urbes y el alcalde ha avisado este jueves de que “no será fácil” llegar a tiempo.
“Ni aquí ni en ningún sitio de Europa”, ha sentenciado Abel Caballero. Algunos municipios del territorio nacional ya las tienen en vigor pero la mayoría todavía no. En el caso de la ciudad olívica, todo apunta a que la medida no se ejecutará hasta 2024. Por ejemplo, aún no se ha contratado el sistema de vigilancia que, mediante cámaras, leerá las matrículas para saber si un vehículo determinado puede entrar o no en esas zonas de bajas emisiones.
El regidor ha revelado este jueves que “estamos avanzando” para licitar la compra de “esos mecanismos” que velarán por el cumplimiento de la norma. Tal y como anunció el propio Caballero en abril, el Gobierno de España concedió al Concello de Vigo poco más de 4 millones de euros, procedentes de fondos europeos, para contratar ese sistema. El concurso público todavía está pendiente.
El alcalde se ha vuelto a quejar de que confluyen “requisitos que no son fáciles de plantear”. Además, reiteró que “no comparto con Europa” la forma de abordar las zonas de bajas emisiones, ya que producen una discriminación económica hacia las personas que “no tienen recursos para comprar un vehículo eléctrico”.
Por ello, volvió a defender la necesidad de establecer un “pacto” en Vigo para la utilización de las ZBE. Caballero se ha referido en varias ocasiones a la necesidad de consensuar el uso de estas áreas de acceso limitado con la ciudadanía pero nunca ha concretado con quién ni en qué términos.
Las ZBE en Vigo
Según las últimas informaciones facilitadas por el Ayuntamiento, Vigo tendrá cuatro zonas de bajas emisiones: centro de la ciudad, en Bouzas, en O Calvario y en el entorno de la Praza de Portugal. No obstante, nunca se ha aclarado qué horarios se impondrán o en qué fecha entrarán en funcionamiento.
El alcalde siempre ha optado por no multar a los infractores pero en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) promovió una ordenanza estándar que contempla sanciones de 200 euros.