El Concello de Vigo y la Deputación de Pontevedra no dejaron firmado antes de las elecciones municipales el correspondiente convenio para reformar la grada de Gol, la última que queda por remodelar en el estadio de Balaídos. Y el cambio político en el organismo provincial ha sembrado algunas dudas al respecto. Mientras se decide quién la presidirá –algo que tardará al menos 15 días-, el alcalde en funciones, Abel Caballero, va lanzando avisos.
“Es un derecho de Vigo y lo voy a exigir”, declaró este jueves por la noche en el programa ‘Vigo de cerca’. Respondía así a una pregunta que le trasladaba un espectador de Televigo sobre el asunto. “A ver qué hace -se preguntaba el regidor-, no vaya a ser que tengamos que decirle algunos cosas”.
Caballero exige que la Deputación de Pontevedra invierta a partir de ahora en Vigo “lo mismo que antes”, con Carmela Silva al frente de la institución. En todos los aspectos, Balaídos incluido. Hay que recordar que la reforma del estadio se está sufragando al 50% entre la administración local y la administración provincial, salvo la zona de Tribuna Baja, que fue pagada íntegramente por el Celta. El gasto público, a falta de Gol y del posible aparcamiento, supera los 30 millones de euros.
El alcalde en funciones incluso amenazó con movilizar a la gente, como ha hecho otras veces convocando manifestaciones o concentraciones por las cajas gallegas, la alta velocidad ferroviaria o el aeropuerto de Vigo. “Si alguna vez necesito a la ciudad, la voy a llamar”, avanzó.
En su intervención, el regidor local recordó que “ahora toca Gol” y que en febrero se aprobó un proyecto para acondicionar los aledaños de Marcador y la explanada de Tribuna. La primera actuación aún no tiene proyecto constructivo y la segunda todavía se encuentra en fase administrativa.