Abel Caballero ha hecho este lunes su particular balance del fin de semana navideño. A diferencia del pasado lunes, en esta ocasión no ha ofrecido sus particulares cifras de visitas o de nivel de ocupación hotelera y se ha limitado a celebrar el “lleno apoteósico” que ha registrado la ciudad durante el viernes, el sábado y el domingo.
El alcalde de Vigo se ha mostrado entusiasmado por el “grandioso” nivel de afluencia vivido, con “todo lleno”, según remarcó, en hoteles, comercios, locales de hostelería, calles o atracciones. Por tanto, a su juicio, la Navidad “está siendo excepcional”.
El regidor ha hecho hincapié en las “docenas de miles de personas” que llegaron procedentes desde Portugal aprovechando el festivo del 1 de diciembre en el país vecino. También desde otros puntos de Galicia y España. “Era raro el ayuntamiento de Galicia que no organizó alguna excusión”, ha sostenido.
Caballero ha ofrecido este balance siguiendo la política de comunicación que ha instaurado hace meses. Es decir, enviando unas declaraciones grabadas a los medios de comunicación y sin posibilidad de que la prensa le formule preguntas. En ellas no dedicó ni una sola palabra a los monumentales atascos que padecieron vigueses y visitantes en los últimos días, incluida la ministra Pilar Alegría. “En este momento toda España quiere ser Vigo”, sentenció a modo de cierre.
Todo esto ocurrió en el fin de semana previo al puente de diciembre, que este año propicia escapadas de cinco días. Aunque se esperaba otra invasión de turistas, los hoteles están pendientes de las posibles cancelaciones, ya que el pronóstico meteorológico vaticina mucha lluvia a partir del miércoles por la tarde. Además, el viento soplará con fuerza algunos días.