“¿Cómo vamos a dejar a los niños y niñas de Vigo sin Cabalgata de Reyes?”. De esta manera ha justificado este jueves el alcalde de Vigo que se mantengan los planes de celebrar el ‘desfile’ del 5 de enero, que en esta ocasión tendrá un formato estático. La propuesta del Ministerio de Sanidad para diseñar unas Navidades marcadas por la pandemia contempla esta posibilidad pero como última opción, dando prioridad a la cancelación de estos eventos o a su retransmisión televisiva para evitar la presencia de público. Sin embargo, Abel Caballero se aferra a esa puerta abierta que él mismo solicitó para seguir adelante con la Cabalgata.
Hay que tener en cuenta además que el plan para las fiestas no se cerrará hasta el próximo miércoles e independientemente de sus conclusiones las comunidades autónomas tendrán la última palabra. Así, la Xunta podría ordenar la suspensión de todas las Cabalgatas en Galicia aunque sean estáticas.
Pese a esta situación, el Concello de Vigo ha aprobado este jueves una inversión de 52.000 euros para hacer frente a los gastos de logística y del personal que trabajará la tarde del 5 de enero en Coia. La Avenida de Castelao y sus alrededores se llenarán de vallas para organizar a los grupos de personas que acudan -si nada lo prohíbe- a ver a sus Majestades de Oriente de 12.00 a 20.00 horas.
Abel Caballero ha prometido que el evento se desarrollará “sin aglomeraciones”, “con distancias” y con “control de aforo” para que la seguridad sanitaria sea máxima. El alcalde también lanzó una crítica velada al presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, por su propuesta de que los niños no computen en las reuniones que se celebren en Navidad. “No opino sobre declaraciones pero algunas declaraciones deben ser meditadas y no me refiero al conselleiro”, apuntó