La construcción del nuevo túnel de la calle Lepanto, que dará acceso a la autopista AP-9, está encontrando tantos problemas que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ni siquiera se presta a ofrecer más plazos de finalización. El regidor anunció primero que abriría a finales de 2021 o principios de 2022 para posponerlo en febrero, durante una visita a las obras, “a finales de abril”. Casi dos meses después, los trabajos continúan y no se sabe cuándo concluirán. El propio Caballero, que no ha regresado por la zona, no parecía tenerlo claro este lunes cuando fue preguntado por el asunto. En todas sus respuestas eludió ofrecer una fecha.
En primer lugar, sostuvo que las labores se estaban desarrollando “en tiempo y forma” pero acabó reconociendo que “una parte se tuvo que retrasar ligeramente”. Nuevamente, culpó de ello al hallazgo de “tierras sucias”. Algunas voces críticas con esta demora, como la de la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, sospechan que el túnel tampoco se abrirá en junio y que difícilmente llegará a julio.
La puesta en servicio de este paso subterráneo se antoja vital para el entorno, que lleva un año y medio sin este acceso a la autopista. Además, la Xunta no pondrá en funcionamiento la estación de autobuses hasta que el Concello de Vigo haya finalizado los viales que permiten a la terminal operar al cien por cien. Actualmente podría hacerlo a un tercio de su capacidad. Por ello, la delegada de la Xunta, Marta Fernández-Tapias, reclamó el pasado viernes al Ayuntamiento que acelerara los tiempos. “Nosotros también encontramos tierras contaminadas”, recordó.
Ese apremio provocó la reacción de Caballero este lunes. El alcalde replicó que el Gobierno gallego ni siquiera ha dado el primer paso necesario para activar la nueva estación de autobuses. Se trata de la comunicación para modificar las rutas e itinerarios de los autobuses, que dejarían la Avenida de Madrid como centro de operaciones para mudarse al entorno de Vialia Vigo. La administración local debe “autorizar” estos traslados pero el regidor denunció que ese paso no se ha producido y, por tanto, la activación de la estación de autobuses “ni siquiera empezó”.
Una terminal que Caballero elogió en su día ante el anterior presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. “Me encanta”, aseguró cuando se presentó públicamente el proyecto. Sin embargo, ese entusiasmo ha desaparecido tras ver en los medios de comunicación las imágenes de las obras terminadas. “Está defraudando las expectativas que teníamos”, sostuvo este lunes.