El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha vuelto a tender la mano al nuevo presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, para reconducir las relaciones entre ambas administraciones públicas. En su primera comparecencia pública tras la toma de posesión del político pontevedrés como jefe del Ejecutivo autonómico, el regidor local ha felicitado a Rueda “por su llegada al gobierno” a pesar de que los “precedentes” no le invitan a ser optimista.
“Quiero darle la oportunidad de que cambie”, ha declarado el alcalde en referencia al “maltrato” a la ciudad que él aprecia por parte de la Xunta. “La perspectiva no es aparente buena porque los precedentes de Rueda con esta ciudad son calamitosos”, ha proseguido Caballero.
En todo caso, el regidor olívico ha mantenido el discurso habitual de las últimas fechas al valorar el relevo al frente del Gobierno gallego: “Si cambia, tendrá mi mano tendida”, añadió antes de comprometer su “diálogo permanente” y su “felicitación por cada cosa que haga” si a su juicio se percibe una actitud diferente de la Xunta hacia Vigo.
Este está siendo el posicionamiento habitual de Caballero desde que se activó la sucesión. No obstante, el alcalde mantiene su estrategia de criticar en cada comparecencia pública alguna de las decisiones tomadas en el seno del Ejecutivo regional. De hecho, este mismo lunes atacó a la Consellería de Medio Ambiente por, según sostuvo, no tomar “ni una sola medida” para resolver los “problemas” de abastecimiento de Vigo y su área metropolitana.
El departamento autonómico envió una carta a los ayuntamientos para pedir que ahorren agua ante la prealerta de sequía existente en la demarcación Galicia-Costa. A pesar de que los embalses gozan de una elevada ocupación, el nivel de los acuíferos y los ríos está en entredicho a poco más de un mes para que comience el verano. Así, Caballero aprovechó esta circunstancia para arremeter contra la Xunta.