El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se ha mostrado satisfecho por el final de la huelga de Vitrasa tras más de tres meses de movilizaciones de los trabajadores. Según ha señalado en un audio remitido a los medios de comunicación, se trataba de una huelga que «no defendía los intereses de los trabajadores» y que beneficiaba, sobre todo, a la oposición.
«El PP y el BNG están disgustados porque se acabó la huelga. Ellos querían una huelga permanente porque creen que dañando a la ciudad se daña al gobierno», aseveró el alcalde vigués, que ha solicitado a la empresa y a los representantes de los sindicatos que «sigan negociando y alcancen un acuerdo definitivo a largo plazo que proporcione un buen servicio a los usuarios, un salario digno a los trabajadores y que se alejen de las decisiones políticas que el PP y el BNG tratan que adopten».
Así, ha celebrado la decisión adoptada el pasado viernes en votación por los trabajadores, que mayoritariamente se mostraron a favor de aceptar la propuesta de la empresa y suspender la huelga indefinida que comenzó el 25 de noviembre.
«Era imprescindible paralizar esa huelga», aseveró el regidor vigués, que remarcó que dañaba seriamente a cientos de miles de ciudadanos que utilizan el transporte público. «Creo que es una buena decisión para los ciudadanos y para los trabajadores de Vitrasa, y no es una buena decisión para el PP y elBN que estaban apoyando una huelga que no tenía sentido sindical y no era lo que los trabajadores necesitaban», reiteró Caballero, que criticó además que «siguen hablando de la huelga, que ya se acabó», en referencia velada a la rueda de prensa del BNG sobre el reequilibrio de Vitrasa.
Al respecto, subrayó que «las decisiones políticas no son buenas para los trabajadores, que tienen que tomar decisiones salariales y sindicales».