El alcalde de Vigo, Abel Caballero, no ha escondido este martes la indignación que le ha provocado la quema el domingo del autobús de la concesionaria Vitrasa y, pese a querer mostrarse «cauto» en tanto se desarrolla la investigación policial, ha mostrado su esperanza de que los responsables de esta acción terminen entre rejas.
Según el regidor, el incendio que calcinó el bus «es el acto de mayor gravedad» ocurrido en la ciudad en lo que se refiere a vandalismo, y ha expresado su deseo de que, si se confirma la intencionalidad, «cojan a quien o quienes lo hicieron, los pongan delante de los jueces y vayan a la cárcel».
Un bus de 340.000 euros
Por su parte, la concesionaria ha cifrado en 340.000 euros, más IVA, el coste del autobús calcinado el pasado domingo en el incendio intencionado que la Policía Nacional investiga.
Se trata de un vehículo estrenado a principios de marzo, que hacía la ruta 4A, y que ardió por completo en la noche del domingo cuando se encontraba en el cruce de las calles Urzáiz y Príncipe.
Momentos antes, otro bus, en ese caso de la línea C3 registró otro fuego cuando circulaba por Tomás Alonso, pero el balace de daños aún no ha sido cuantificado. En ese vehículo, las llamas no llegaron a extenderse, porque el propio conductor pudo sofocarlas.
En ninguno de los dos casos se registraron heridos, pero la Policía trabaja con la hipótesis de que ambos fuegos fueron provocados. Así, la Policía científica de la Comisaría de Vigo está trabajando en su informe tras la inspección ocular y la recogida de vestigios; asimismo, se están visionando las cámaras de los buses y aquellas de las zonas donde ardieron los vehículos, sin que, de momento, haya identificados ni detenidos, según fuentes policiales.