El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha estimado que el nuevo túnel de la A-52, que conectará la entrada sur a la ciudad con O Porriño, podrá estar inaugurado «en 6 años» y ha reducido la afección de las obras a 18 viviendas, 15 en la ciudad y otras 3 en el municipio vecino de Mos.
Así lo ha trasladado durante un almuerzo informativo ante empresarios, bajo el título ‘El futuro económico de Vigo’, y en el que ha destinado buena parte de su intervención a defender la necesidad de esta infraestructura «irrenunciable» para la ciudad.
El alcalde ha explicado el nuevo trazado previsto en el anteproyecto, que suma un total de 6,1 kilómetros, de los cuales 4 serían en un túnel, frente a los 11 kilómetros del trazado actual.
Caballero ha defendido la nueva infraestructura como «un gran nudo de comunicaciones y distribución de circulaciones» que permitirá reducir los tiempos de recorrido y aumentar la seguridad, en contraposición con la actual autovía que, en los últimos 11 años, registró más de 3.000 accidentes, y en la que han fallecido 15 personas desde su puesta en marcha.
Afección de la obra
Según ha explicado, la afección de la obra en el término municipal de Vigo es de 22 viviendas, pero se reducirá a 15, mientras que en Mos, por donde discurrirán «solo» 1,4 kilómetros en superficie, el impacto previsto en 7 viviendas bajará a 3.
Al respecto, ha recordado otras grandes infraestructuras con mayor impacto y a las que, sin embargo, ni PP ni BNG se opusieron, como la construcción del PTL o la Ronda que se preveía en el PGOM original de 2008 (y que se eliminó luego), con más de 300 inmuebles afectados.
El alcalde ha recordado que el Gobierno de España está dispuesto a invertir 400 millones de euros en este nuevo tramo de la A-52, y pese a la oposición de ‘populares’ y nacionalistas, «Vigo sí lo quiere». Asimismo, tras acusar a PP y BNG de mentir sobre el impacto real de la obra, ha insistido en que la ciudad «lleva 30 años» demandando una nueva autovía.
Gratuidad de la AP-9
Sobre la gratuidad de la AP-9 entre Vigo y O Porriño, Caballero ha advertido de que no funcionaría como alternativa a la autovía, y ha recalcado que, «si se trata de pedir la gratuidad» de la autopista, hay que pedirla para todo el recorrido, de Ferrol a Tui. En el caso de Vigo, ha reiterado, se considera prioridad liberar el peaje entre la ciudad y Pontevedra, y así lo ha vuelto a trasladar al Gobierno de España.
En cualquier caso, el regidor ha admitido que el nuevo túnel afectará a algunas personas y «habrá gente que tenga que abandonar sus casas por el bien común». «Es de éstos de quien hay que estar al lado (…), el resto es política», ha subrayado, y ha recordado que habrá negociaciones para llegar a acuerdos en las expropiaciones, dando a los afectados la opción de seguir viviendo en la misma zona o trasladarse.
Caballero ha estimado que toda la tramitación del proyecto se alargará unos dos años y medio, y que la ejecución de la obra llevará otros 3 años. «Espero estar, como alcalde, en la inauguración, dentro de 6 años, y con 20 ó 21 concejales», ha proclamado, y ha insistido en que «los tiempos en que se paraba todo se acabaron» porque «Vigo necesita esta autovía imperiosamente».
Losada censura la «instrumentalización política»
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en la provincia de Pontevedra, Abel Losada, ha censurado este miércoles la «instrumentalización política» que, a su juicio, están haciendo PP y BNG en torno al nuevo tramo de la A-52, en túnel desde Vigo a O Porriño, y ha lamentado esta actitud «irresponsable» ante una infraestructura «imprescindible».
En declaraciones a los medios con motivo de su asistencia al desayuno informativo protagonizado por el alcalde de Vigo, Losada ha querido trasladar su «respeto» a las personas que entienden que sus propiedades resultarán afectadas por la obra, pero ha tildado como «radicalmente cuestionable» la «instrumentalización política» que PP y BNG están haciendo del anteproyecto, y ha lamentado que estos partidos hayan caído en la «ansiedad anticipatoria», cuando ni siquiera existe aún un proyecto constructivo.
El subdelegado ha defendido que la infraestructura es «imprescindible», porque mejorará las comunicaciones del área metropolitana, su crecimiento económico y, sobre todo, la seguridad, en referencia a la alta siniestralidad del actual trazado. «A lo mejor Rueda y Pontón tienen que venir más aquí (para conocer cómo es ese tramo de la autovía)», ha afirmado, tras recordar que, desde su puesta en marcha, se han producido en ese tramo de la A-52 más de 5.000 accidentes (más de 3.000 en los últimos 11 años) y ha habido 15 víctimas mortales, además de miles de heridos.
Me suena a fotocopia»
Losada ha enviado un «mensaje de tranquilidad» a los vecinos, porque se negociarán las compensaciones para los afectados, pero ha advertido de que liberar el peaje en la AP-9 no puede ser alternativa al nuevo túnel. Esa opción supondría salir de la A-55 para entrar en la autopista, llegar hasta Atios-O Porriño y tomar una carretera de interconexión para volver a entrar en la A-55 en dirección Vigo (de vuelta) y, en O Porriño, volver a coger la A-52, lo que calificó como «pirueta» y «alternativa de chiste». «Sería entrar y salir de vías de alta capacidad hasta cuatro veces (…), hace falta seriedad», ha aseverado.
Losada también ha confirmado que, finalizado el plazo de alegaciones al anteproyecto, se han presentado unas 25.000 reclamaciones, y ha expresado su «perplejidad» ante este volumen, teniendo en cuenta la afección a las viviendas.
«Me suena a fotocopia», ha apuntado, aunque ha matizado que las alegaciones son «una herramienta legítima», y ha añadido que se dialogará con los afectados cuando haya un proyecto constructivo.