El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha dado la cara este miércoles por la plantilla de Vitrasa. Aunque en las últimas fechas su estrategia pasaba por no inmiscuirse en las relaciones laborales entre concesionarias y trabajadores –con la última huelga en esta misma empresa, sin ir más lejos-, en esta ocasión se ha posicionado del lado de los sindicatos. El regidor olívico ha lanzado, en público, un mensaje a la compañía para que no toque los sueldos de sus empleados.
“Quiero manifestar mi oposición total a cualquier reducción, de ningún tipo, de los salarios”, declaró ante los medios de comunicación sin necesidad de que nadie le preguntara por el asunto. “Los trabajadores y las trabajadoras de Vitrasa están haciendo un trabajo excepcional, son grandes profesionales y estoy absolutamente en contra de cualquier reducción, de ningún tipo, del salario de un solo trabajador o trabajadora. Con esta contundencia lo quiero expresar: absolutamente en contra”, añadió.
Caballero también reveló que “estamos siguiendo muy atentamente lo que sucede” y que “la empresa conoce perfectamente nuestra posición”, por lo que además de trasladarle la posición del Concello de Vigo públicamente lo ha hecho en privado. Este pronunciamiento se da en la víspera de una nueva reunión entre ambas partes. Vitrasa y los sindicatos están citados para mantener otro encuentro este jueves.
“Tienen que seguir funcionando de acuerdo con el contrato y la concesión, cubriendo todos los espacios, y con la retribución que marquen los convenios”, sostuvo el alcalde, para quien “no hay ninguna circunstancia específica que justifique” una merma en las nóminas de la plantilla. “Ni un solo céntimo”, enfatizó.
Esta reacción se produce después de que este martes se supiera que Vitrasa quiere acogerse a un descuelgue salarial. La compañía mantiene que se ve “forzada” a ello porque atraviesa “una situación extrema” y necesita “garantizar su supervivencia” de esta forma. Por ello, ha propuesto a los sindicatos reducir las tablas salariales un 30% en 2022 –probablemente a partir de abril- y un 14% en 2023.
Además, quiere introducir ajustes en los turnos de trabajo y aumentar la jornada laboral. En el documento trasladado a la representación laboral también apuesta por aplicar otras medidas como no reconocer el IPC, no abonar la prima de absentismo o no entregar la prenda de abrigo en el uniforme de invierno de 2022.
Sindicatos como UGT ya han mostrado de forma pública y privada su contundente rechazo a este “despropósito”. “Si no están satisfechos con los resultados económicos que perciben del servicio en la actualidad, váyanse y cierren al salir”, señalan. La plataforma asegura que no está dispuesta a negociar “un atraco contra los trabajadores y contra la ciudad de Vigo”. Así, se niega a aceptar las “causas de fuerza mayor” que alega Vitrasa para realizar esta propuesta y denuncia que la firma pretende “expoliar a la ciudad y a los trabajadores”.