Con la firma del protocolo de actuación para el ámbito de la Panificadora que tuvo lugar este viernes en plena Praza do Rei ante el vetusto edificio y bajo un sol de justicia, Concello y Zona Franca de Vigo daban el ‘pistoletazo de salida’, una vez más, a la recuperación de la antigua fábrica de pan.
Uno de los grandes ejemplos de arquitectura industrial que existe en la ciudad y que, como bien recordaron David Regades y Abel Caballero, lleva cerrado y en completa «degradación» desde el año 1980, comenzará a partir de ahora su nueva vida.
Es lo que ambos mandatarios quisieron trasladar públicamente tras sellar el documento que supone el «inicio» y «arrancar» con la elaboración de un convenio -ya en redacción por parte de Zona Franca- que se estima tener listo para poder rubricarlo antes de acabar este año y con el objetivo de poder licitar el proyecto de ejecución en el primer semestre del año 2025.
Así lo matizó el delegado de Zona Franca, David Regades, puesto que el mandato del Concello es para actuar en todo el ámbito de la Panificadora, con lo que se tendrá que volver a hacer un concurso y licitar después el proyecto. «Nuestro objetivo es que antes de acabar el año esté firmado y ya en el primer semestre licitar el proyecto de ejecución para recuperar la Panificadora y todo su entorno para uso y disfrute ciudadano», destacó.
Con ello, el organismo estatal se compromete «a financiar la recuperación de todos los edificios» y a su «explotación» por un número determinado de años que, según apuntó Regades, «todavía está por fijar» por parte del Ayuntamiento.
El delegado estatal no quiso dar detalles de la intervención aunque adelantó que la recuperación del inmueble pasará por ofrecer unos edificios «para dar servicio al público» siendo una de las condiciones impuestas por el gobierno de Abel Caballero la de que «sean accesibles y para beneficio de toda la vecindad».
Por su parte, el regidor reconoció el retraso en el desarrollo y recuperación de este emblema arquitectónico e industrial de Vigo dejando claro que, con el protocolo sellado hoy, «iniciamos el proceso que ahora ya sí, definitivamente, va a llegar a su culminación», aseguró.
Y es que ya a principios del año 2022, la Gerencia de Urbanismo había incoado un convenio para el desarrollo de la infraestructura que iban a llevar a cabo ambas administraciones. Sin embargo, «cuestiones urbanísticas», como este mismo viernes recordó Caballero, «lo impidieron».
Con todo, explicó que se «incluyó» en el PXOM garantizando que, a día de hoy, ya existe «garantía jurídica» y que está «conforme» para que «la ciudad tome posesión de la Panificadora a través de Zona Franca». «44 años de olvido llegaron a su punto final», afirmó.
Con todo, apuntaló su compromiso para «arrancar cuanto antes» poniendo en valor el significado histórico y simbólico que la recuperación de la Panificadora tiene para Vigo y ejemplificándolo con la recuperación que «fuimos capaces de hacer» con el Casco Vello, tanto en la parte alta como baja del barrio antiguo poniendo el foco, también, en la rehabilitación del Berbés o del Barrio do Cura.
«Es la recuperación de la historia de la ciudad», consideró, proyecto que, ahora, quiere replicar y extender hacia el ámbito de la antigua fábrica del pan y de mano de Zona Franca. «Está acometiendo proyectos tan importantes para el desarrollo económico pero también social de Vigo. Y este es el más notable y simbólico», dijo, por el hecho de tratarse de una «máquina industrial tan arraigada y en ruinas y cerrada».
Por último, quiso lanzar un mensaje a gobiernos anteriores «que dieron inmensas edificabilidades y que impedían» la recuperación del edificio industrial, señalando a continuación que el proyecto de su gobierno pasa por una rehabilitación «manteniendo toda la esencia arquitectónica y urbanística y sea para la ciudad. No queremos que sea para inmensas torres de edificación y para pelotazos urbanísticos como antes se había trazado», remachó.
Con todo, emplazó al delegado de Zona Franca a ser ágil anhelando «rapidez» para «ver las grúas ahí lo antes posible», cuestión por la que este viernes se sellaba dicho protocolo que será la antesala de un convenio donde, más concretamente, se detallarán el coste, la financiación y todos los detalles de la intervención a llevar a cabo así como las obligaciones de ambas partes.
Una de las primeras acciones a realizar por la la administración local será poner a disposición del organismo estatal el espacio de actuación, de más de 7.000 metros cuadrados, incluyendo las edificaciones de la Panificadora y los inmuebles situados en los números 26 y 28 de la calle Santiago.
Además, tras la aprobación del PXOM -que se espera para los próximos meses-, el Ayuntamiento deberá acometer las expropiaciones necesarias para poner a disposición los terrenos.