Galicia registró el verano “más cálido” desde que hay registros, según datos aportados este martes por el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Francisco Infante, en el balance de estos meses y la presentación de la predicción para los próximos. Sobre estos últimos, y de cara al otoño, apuntó, en cuanto a las temperaturas, que hay “una mayor probabilidad de que sean más altas de lo normal”.
“Extremadamente cálido y ligeramente seco”, ha resumido sobre lo sucedido en este verano con un junio “húmedo”, un julio “muy seco” y un agosto “seco”. “El verano más cálido de la serie de datos”, ha dicho en referencia a los registros que se tienen.
En concreto, ha señalado que “desde 1961 julio fue el más cálido de la serie histórica”, mientras que en el caso de agosto fue “el segundo más cálido, después de agosto de 2003”.
Sobre las máximas, ha citado la registrada el 14 de julio en Ourense con 44,1 grados, “en plena ola de calor”, mientras que sobre la mínima ha aludido a la de Beariz, con 1,4 grados el 26 de junio. De este mes, ha resaltado también los “13 días de tormentas” y los contrates que hubo en cuanto al tiempo.
En cuanto a julio, lo ha calificado de “llamativo”. “Entre los días 12 y 14 de julio hubo un récord de temperaturas”, ha explicado, aludiendo al caso de Ourense en cuanto a las máximas. De las mínimas, dijo también que fueron “altas, muchas veces por encima de los 20 grados, lo que llamamos noches tropicales”. Esta situación afectó también a las zonas costeras y en localidades como Pontevedra se llegó a registrar una mínima de 24,9 grados.
Déficit de precipitaciones
Respecto a las precipitaciones, ha indicado que fue “muy seco” con unas tormentas en el sur y que se desplazaron al norte, así como rayos “que ocasionaron los grandes incendios en Galicia”. Sobre agosto, lo ha calificado de “seco” y de “muy seco” en la provincia de Pontevedra, mientras que ha definido septiembre como “más cálido de lo normal” en los primeros días.
Por otra parte, ha destacado que “el déficit de precipitaciones acumulado es del 35%”. “Un déficit importante”, ha reconocido Infante, quien ha señalado que debería llover “un 30% más de lo que es habitual” para salir de la sequía.
Para aliviarla, ha indicado que llegaría con que lloviese “lo normal” en octubre y noviembre. No obstante, preguntado si ha sido este el año con el mayor número de meses con sequía, ha precisado que hubo otro periodo de sequía en 2017.
Previsiones
De cara a este fin de semana, ha avanzado que se espera la llegada de un frente “no muy activo” el viernes y que se prevé “alguna lluvia el fin de semana”, aunque no “muy importante”. Esto irá acompañado de un descenso de temperaturas que será más significativo la próxima semana.
Para los meses de octubre, noviembre y diciembre, ha apuntado, en cuanto a la temperaturas, que “la probabilidad es que sean más altas de lo normal” con precipitaciones “por debajo de lo normal”. “Probablemente se mantenga la tendencia del verano”, ha precisado Infante para quien, sobre las situaciones de alerta por el consumo de agua, ha apuntado que “todo dependerá de cómo se comporte este trimestre”.
Embalses
Los embalses gallegos mantienen una semana más su tendencia a la baja y se encuentran ya al 47,6% de su capacidad después de bajar su nivel 21 hectómetros cúbicos en los últimos siete días.
Según los datos facilitados este martes por el Ministerio para la Transición Ecológica, los embalses de las dos cuencas hidrográficas de la comunidad contienen 1.789 hectómetros. Respecto a la semana pasada, los embalses de la Miño-Sil han perdido 18 hectómetros cúbicos de agua hasta alcanzar los 1.396, el 46,1% de su capacidad.
Por su parte, los de la cuenca Galicia Costa almacenan 372 hectómetros cúbicos, tres menos que hace siete días, lo que supone el 54,4% de su capacidad. En comparación con el pasado año, esta demarcación tiene 19 hectómetros cúbicos menos, mientras que la Miño-Sil tiene 30 hectómetros más pese al contexto de sequía.
Mientras, los embalses del área metropolitana de Vigo han recibido de forma dispar la lluvia caída en las últimas fechas. El paso de la borrasca ‘Danielle’ permitió que Eiras no perdiese más reservas y se quedara al 73,72% (73,4% hace una semana).
No ha podido evitar esa regresión la presa de Zamáns, que se queda al 41,88% (43,12% hace una semana). Eso a pesar de que el aviso amarillo por chubascos puntualmente fuertes incluía a Vigo y no a Fornelos de Montes. Además, el de Baiña, en Baiona, ya ha caído de la barrera del 40% y se sitúa al 38,99% de su capacidad.