La Gran Vía de Vigo ha recibido este martes un pedido singular. Las rampas mecánicas que el Concello instalará en el medio de la avenida para salvar la fuerte pendiente ascendente. Las cintas y todo su equipamiento electrónico han llegado a la obra, que inicia una nueva etapa en su objetivo de conectar los tres tramos que van desde María Berdiales y la calle Venezuela.
Fueron nueve las rampas que llegaron a Vigo, que se montarán en tres tandas de tres. Aunque a simple vista parezca un trayecto continuado, el proyecto está dividido en seis tramos y por el momento son tres los que se están ejecutando: entre María Berdiales y Luis Braille, entre Luis Braille y Ecuador y entre Ecuador y Venezuela. El resto –entre Urzaiz y María Berdiales, entre Venezuela y Bolivia y entre Bolivia y Nicaragua- han sido paralizados por la Dirección Xeral de Patrimonio.
Ya este martes por la mañana quedó montada la primera de las rampas y la operación se prolongará con las demás hasta el jueves. Posteriormente, se colocarán a su alrededor unas estructuras de cristal y una cubierta para amparar a los peatones y a las propias cintas de las inclemencias meteorológicas.
En total, serán 210 metros de trayecto el que se podrá completar subiéndose a ellas, salvando así una pendiente del 9%. El proyecto, asimismo, contempla 300 metros cuadrados de zona verde.
Las obras empezaron en junio de 2019 y tenían un plazo de ejecución de ocho meses. Los dos meses de parón navideño y las dos semanas de confinamiento total por la crisis del Covid-19 han motivado parte de su retraso. El último plazo proporcionado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, fija el fin de los trabajos en agosto de este año. El proyecto cuenta con financiación europea y un presupuesto de casi 5,2 millones de euros.