La relación entre la Federación de Asociaciones de Vecinos «Eduardo Chao» de Vigo (Favec) y el Concello de Vigo ha sido pésima en los últimos años.
Las voces críticas de su dirección –presidida por María Pérez desde el año 2010– y el apoyo que recibía de los grupos de la oposición -tanto desde el BNG como desde el PP- fue un motivo más para que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y todo su equipo de gobierno no los tuviese en consideración como representantes de las asociaciones vecinales.
Esta situación se hizo patente en el año 2021, cuando el regidor los «echó» de su sede social en la planta segunda del número 7 de la Praza da Princesa con motivo de unas obras de rehabilitación que se tenían que llevar a cabo en el edificio, donde compartía espacio en sus distintas plantas con el Consorcio Casco Vello de Vigo (CCVV) y la Oficina Municipal de Rehabilitación.
A estos últimos se les consiguió pronto un local alternativo para llevar a cabo sus funciones -en principio- de forma temporal puesto que la cesión del uso del inmueble para llevar a cabo la obra era por una duración de 13 meses. Desde ese momento, la Favec se «mudó» a las oficinas de la Asociación Camiño Vello, situada en Coia.
Sin embargo, ahora la junta de gobierno local ha aprobado la extinción de la cesión de uso del inmueble, aprobada hace prácticamente 20 años y que todavía tenía vigencia por otros cinco años más. Y lo hizo en la sesión ordinaria del pasado 20 de diciembre pero llevado en el orden del día como un «asunto urgente».
Es más, el pasado 2 de diciembre -y como bien recoge el expediente municipal- la federación presentó alegaciones al respecto, motivando que la cesión de uso gratuita todavía estaba vigente y solicitando el «sobreseimiento y archivo del presente procedimiento».
Pedían una resolución por la que se acordase la finalización de la suspensión temporal del derecho de uso de la segunda planta del inmueble además de que se les diese autorización para «ocupar y continuar su actividad» en la que era su sede en pleno Casco Vello de Vigo y «conforme al convenio firmado el 11 de marzo de 2005», año en el que era alcaldesa de la ciudad Corina Porro.
Como bien justificaban en su escrito de alegación, la Favec representa a un total de 28 asociaciones de vecino de la ciudad. Sin embargo, la respuesta de Caballero ha sido dar carpetazo definitivo a una posible vuelta del colectivo a su sede, «desahuciándolos» por segunda vez pero, en esta ocasión, de forma firme.
El motivo que se esgrime desde el gobierno local es que la Oficina de Rehabilitación Municipal, que debido a las obras se mudó a Subida ao Castelo, 10 -donde antes estaba el Centro de Artesanía Tradicional- necesita más espacio para volver a su emplazamiento original en Praza da Princesa y que es necesario el lugar que ocupaba la Favec.
Por su parte, el Consorcio Casco Vello de Vigo no volverá a su localización anterior puesto que ahora ya tiene su sede en el número 45 de la calle Ferrería, precisamente, en uno de los locales rehabilitados por el propio organismo.
Con todo, la Favec se vuelve a quedar sin un espacio disponible como sede puesto que en la Asociación Camiño Vello de Coia no cuentan con espacio suficiente para llevar a cabo su trabajo.
“Solo responde a nuevas represalias”
Mientras, desde el grupo municipal del PP se hicieron eco de lo sucedido con la federación vecinal considerando que esta decisión “solo responde a nuevas represalias” del regidor socialista contra sus “crecientes voces críticas”.
Además, ponen el foco en que el fin de esa cesión se llevó fuera del orden del día a una junta de gobierno local “para ver si así colaba o pasaba desapercibido”, según el portavoz del PP en el Concello de Vigo, Miguel Martín, lo que para el concejal popular, solo evidencia los “frágiles” argumentos del alcalde, «quien reincide en su política de conmigo o contra mí”, señalan en un comunicado.
Así, considera que el “desalojo” debería estar «debidamente motivado», careciendo así de justificación, apuntan. El «único objetivo», según Martín, es “obstaculizar” la acción de la federación vecinal, a la que, como matizan, «se le prometió que regresaría a dicho edificio cuando concluyera la reforma proyectada».
Es más, así lo recogen diferentes documentos firmados por la Gerencia de Urbanismo o por la jefa de servicio de Gestión Patrimonial. Esta última cita expresamente indicaciones de las concejalas de Urbanismo y de Benestar Social, que aseguraron que la Favec volvería a su sede de la Praza da Princesa al término de las obras.
De esta forma, según el edil popular, Caballero “da un paso más” para “intentar acallar” a la federación de asociaciones de Vigo. Y, de paso, dice Martín, «pretende mandar un mensaje al resto de colectivos ciudadanos”. “Pero está muy equivocado si cree que la actividad vecinal o el movimiento asociativo se circunscriben a cuatro paredes”, dijo.
“Caballero solo se acuerda del tejido asociativo vigués para pedir indultos o para forzar la asistencia a actos, para tener gente ocupando sillas en sus conciertos protesta. Por lo demás, el maltrato es continuo, con problemas para cobrar las ayudas municipales o con órdenes de cumplir estrictamente los mandatos que manan de Alcaldía”, concluyó el concejal del PP.