El verano de 2020 será muy diferente a cualquier otro en Vigo. La ciudad no podrá disfrutar este verano de sus tres fiestas más señaladas y multitudinarias: Coia, Bouzas y San Roque. Ni atracciones ni fuegos artificiales ni actuaciones musicales ni comidas festivas… Así lo han decidido ya las respectivas comisiones de fiestas, que se han reunido con Abel Caballero para trasladarle las “dificultades” que ven a la hora de desarrollar los respectivos eventos como es tradicional. El alcalde, por su parte, les ha transmitido su apoyo.
“Es inviable limitar el aforo ante la magnitud que tienen nuestras fiestas. No podemos garantizar que en Coia vaya a haber el número de personas que indiquen las autoridades sanitarias. Tampoco se puede poner una puerta de entrada y otra de salida en la Avenida de Castelao. Nuestras fiestas tienen un nombre y sólo por eso llaman a venir. En hora punta alcanzamos las 12.000 personas tranquilamente”, expone a VIGÓE Manuel Carrera, presidente de la Comisión de Fiestas de Coia, al que le ha costado asumir la decisión. “Mucha gente, como feriantes, orquestas o empresas de alumbrado, viven de esto y nos pedían que no tiráramos la toalla. Pero no es que tiremos la toalla, es que no podemos arriesgarnos”.
Coia, que cada año incrementaba su apuesta, no podrá seguir mejorando el despliegue de sus fuegos artificiales, al igual que tampoco podrá disfrutarse del espectáculo que brindan los de Bouzas cada verano. “Es imposible controlar el público que viene a la fiesta. Se trata de un riesgo innecesario y que no vale la pena correr”, explica en la misma línea Javier Grande, presidente de la Comisión de Fiestas de Bouzas. Por su parte, el cofrade mayor, Íñigo Andonegui, también califica de “inviable” el desarrollo habitual de los grandes eventos, que encontrarían dificultades a la hora de obtener los múltiples permisos que tienen que conceder las diferentes administraciones públicas. Así, por mucho que a finales de julio las medidas puedan ser más laxas, todos tienen claro que “el distanciamiento social va a seguir” imperando en el conjunto de la población.
Mientras, San Roque también asume que no se podrán vivir como es habitual porque “sería un descontrol”, independientemente de que en este caso la celebración sea todavía en agosto. “El día de San Roque es masivo y hay miles de personas. ¿Quién controla todo esto? No vemos que las fiestas puedan celebrarse de la forma tradicional y con masificación de gente. Habrá que ver qué se puede salvar de la parte religiosa y romera, pero siempre de forma totalmente controlada y guardando las distancias reglamentarias”, apunta Alfonso Román, presidente de la Comisión de Fiestas de San Roque.
Actos religiosos y pequeños eventos
Con todo, Abel Caballero planteó a las tres fiestas más importantes de Vigo que se puedan organizar “algunos episodios” de ocio en zonas concretas, como pequeñas actuaciones de bandas musicales, pero siempre con un aforo reducido.
Sí se explotará la posibilidad de mantener los actos religiosos cumpliendo con las restricciones indicadas por las autoridades sanitarias. Así, las comisiones analizarán si pueden llevar a cabo las procesiones y cómo, así como el resto de la programación de culto.
La anulación de estas fiestas para 2020 se suma a la de otros importantes eventos del verano como O Marisquiño o el Vigo SeaFest. Además, aunque todavía no se ha confirmado de forma oficial, se da por hecho que tampoco habrá conciertos en Castrelos, que por el momento sólo tienen una actuación programada, la de Amaral (25 de julio). Caballero aludió en su día a motivos legales para no haber cancelado aún la contratación del grupo pero todo apunta a que, tarde o temprano, se suspenderá o se aplazará para 2021.