Si en todo el año 2022 las oficinas de Correos dispensaron un total de 5.151 etiquetas ambientales de la DGT en Vigo, en los dos primeros meses la cifra ya ha llegado a 3.623 distintivos. Frente a media de 434 tarjetas mensuales de 2022 en las nueve oficinas de Correos de la ciudad de Vigo se están vendiendo una media de 1.813 cada mes en el año en el que debería aprobarse la aplicación de la zonas de bajas emisiones.
Desde Correos explican que, pese a esta alta demanda, “la atención en oficinas se está realizando con normalidad, cubriendo las peticiones de etiquetas en el día”, aunque sí que hay casos de concellos del área como Nigrán donde la oficina ha tenido que crear una lista de espera ante los picos en la demanda de estas pegatinas que hay que poner en el parabrisas.
Este interés de los ciudadanos por cumplir con la legalidad se produce en medio de un cierto desconcierto por saber cuándo realmente será obligatorio llevar estos distintivos que permitan circular o estacionar en según qué zonas de la ciudad en respuesta a las nuevas normativas ambientales.
Este año 2023 se deben implantar las zonas de bajas emisiones (ZBE) en España, que prohíben la circulación de los vehículos sin etiqueta medioambiental en núcleos urbanos de las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes.
Responden a la Ley de Cambio Climático y Transición energética aprobada en 2021 por el Gobierno y que obliga a los municipios españoles de más de 50.000 habitantes a tener estas áreas de circulación restringida para vehículos contaminantes.
Desde 5 euros
Según informan desde la DGT, la emisión de la etiqueta con el distintivo ambiental correspondiente tiene un coste de 5 euros, que es el precio que cobran en las oficinas de Correos. No obstante el coste puede verse incrementado con gastos de envío y otros conceptos, pudiendo variar de un vendedor a otro.
Además de en Correos, la DGT ha puesto a la venta los distintivos en la red de talleres de la Confederación Española de talleres y otras redes de talleres autorizados, Gestores Administrativos, el Instituto de Estudios de Automoción y para el caso de flotas, a través de la asociación Ganvam.
El plan de Vigo
El Concello de Vigo detalló su plan para implantar las zonas de bajas emisiones a finales de septiembre pasado, delimitando cuatro áreas, que en total sumarán unas 67 hectáreas.
La primera de ellas comprenderá el perímetro que conforman las calles Cánovas de Castillo, García Olloqui, Praza de Compostela, Colón, Urzaiz, Magallanes, Gil, Ronda Don Bosco, Paseo de Granada, Cachamuíña, Falperra, Pi y Margall, Santa Marta, Gaitero Ricardo Portela y O Berbés (400.000 m²) .
La segunda comprenderá la zona que delimitan las calles Uruguay, República Argentina, Cervantes, Urzaiz, Lepanto y Alfonso XIII (37.800 m²).
La tercera, en Bouzas, estará perimetrada por las calles Paz Andrade, Eduardo Cabello, Simancas, Camilo Veiga y Avenida Atlántida (170.000 m²).
Por último, se restringirá el acceso del tráfico rodado entre las calles Jenaro de la Fuente, Urzaiz y Gregorio Espino (64.000 m²).
La elección de estos ámbitos se basa en la densidad población, la intensidad de la actividad comercial y peatonal, la conveniencia de reducir el ruido, la alta capacidad en los itinerarios o la escasez de áreas verdes en la cercanía.
La entrada y salida a estas zonas de bajas emisiones en Vigo estarán controladas, al igual que sucede en otras ciudades españolas, por cámaras que se valen de última tecnología para leer matrículas y comprobar si los vehículos pueden acceder o no a las ZBE.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha defendido en reiteradas ocasiones que “no se multará” en las zonas de bajas emisiones que se van a implantar durante este año. “Quiero tranquilizar a todo el mundo. Esa delimitación inicial tiene una característica, no va a ser coercitiva. Hacemos una primera aproximación, vamos a dialogar con toda la ciudad y, lo vamos a hacer además, con el sosiego de un diálogo bien hecho porque las zonas de bajas emisiones tienen que ser zonas de consenso y de acuerdo. No puede ser de otra forma”, indicaba el regidor.
Ordenanza tipo de la FEMP
Este jueves desde el grupo municipal de Marea de Vigo se instó al gobierno municipal a aprobar la ordenanza tipo de la Federación Española de Municipios y Provincias, (FEMP) para regular las obligatorias zonas de bajas emisiones y “comenzar ya los trabajos para su aprobación”.
El portavoz Marea de Vigo, Rubén Pérez, valoró como “avance positivo” que la FEMP haya hecho pública una propuesta tipo de ordenanza para regular las obligatorias zonas de bajas emisiones que ciudades como la de Vigo tendrán que implementar durante este 2023 para estar operativas en 2024.
Marea de Vigo recuerda además que “esta fecha no es orientativa sino ejecutiva” ya que este horizonte temporal figura como obligatorio en el decreto que regula el otorgamiento de subvenciones para implantarlas a las que optó el Ayuntamiento de Vigo.