Brotan las flores, los pájaros cantan con más fuerza, el tiempo está loco… La primavera ya llegó, como dice la canción, y Cupido tiene faena.
Esta es la primera primavera del ‘miércoles de pinchito’, la iniciativa puesta en marcha en la Taberna A Mina de Vigo en agosto pasado para fomentar el contacto entre sus clientes y su impulsora prevé un gran ambiente para el próximo miércoles. “Va a ser muy divertido, víspera de festivo, seguro que hay mucha gente”, asegura Alejandra Gómez, encargada en el bar vigués.
Ale, como todo el mundo la conoce, está muy satisfecha con el funcionamiento de esta idea porque los clientes están siendo muy receptivos. Según explica, hay muchas personas que van ex profeso al bar cada primer miércoles del mes pero otros se encuentran con la sorpresa. “Todo el mundo puede venir, y si quiere juega y si no, pues no”, indica Ale.
Posavasos para jugar
Ale explica a los clientes que los ‘miércoles de pinchito’ es un día especial y los surte con posavasos para participar en este juego. Lo único que tienen que hacer es escribir una frase en el posavasos para cautivar a su futuro ‘crush’ y poner el nombre y un teléfono o un perfil de redes sociales para que la otra persona pueda contactar si le da vergüenza hacerlo allí mismo. “Entonces tienen que llamar a la camarera, Cupido por una noche, que le lleva el posavasos a la persona indicada”, detalla Ale.
Son noches diferentes en las que se fomenta el contacto entre la gente que no se conoce y acaban hablando unas pandillas con otras, en un ambiente de tonteo divertido y sano. “A la gente ya no le importa si liga o no, si no también conocer a otra persona sin más. Es una forma de que dejen el móvil a un lado y surjan las palabras de nuevo”, dice la encargada de la taberna situada en la zona vieja de Vigo.
Mensajes de todo tipo
El ‘miércoles de pinchito’ comienza sobre las 19.30 horas y lo normal es que al principio la gente esté un poco a la expectativa. “Hasta la segunda o tercera caña están un poco cortados pero una vez que se entrega el primer posavasos, todo fluye”, explica Ale, que suele repartir entre 100 y 150 posavasos cada noche.
Hay mensajes de todo tipo, desde los más poéticos y dulces a los más sugerentes. Y más de uno subido de tono –“fanequiña, comíache enteira”-, en el ambiente de cachondeo que tiene implícito el juego. A veces, sólo escriben un piropo y otros muestran su interés abiertamente sin rodeos. “Algunos tiran la caña”, asegura Ale.
A día de hoy en A Mina no les consta que hayan salido nuevas parejas tras un ‘miércoles de pinchito’ pero sí que ha habido varios ‘match‘ en esta suerte de Tinder en carne y hueso. Y más que habrá.