El alcalde Abel Caballero zanjó este martes el problema que los residentes del Casco Vello tienen con el aparcamiento en la zona histórica sentenciando que ya eran conocedores de que los edificios del barrio antiguo a los que se trasladaban «no tienen garaje».
Y que, pese a ello, las cientos de familias que han puesto su ‘granito’ de arena para reconvertir el viejo ‘barrio chino’ cambiando por completo su degradada imagen, «eligen» vivir en el centro con esas condiciones.
«Sabes que no tienes un garaje para tu coche. Y lo elegiste, elegiste irte para allí«, dijo literalmente a los medios de comunicación en el inicio de las obras de Barrio do Cura.
Sin embargo, obvió que fue el propio Concello de Vigo el que se deshizo de las plazas de aparcamiento -unas 250- que existían en el antiguo parking de Porta do Sol -para ejecutar un túnel que lleva años paralizado e incompleto- y en el que había muchos abonados residentes de la zona antigua, así como que, en la campaña de las elecciones municipales del año 2019, comprometió «aparcamientos gratuitos para todo el Casco Vello».
Y es que son muchos los medios locales que se hicieron eco -en mayo de ese año- del anuncio hecho por el regidor, que en aquella ocasión revalidó su mayoría absoluta en la Corporación municipal llegando a su máximo techo con 21 concejales de 27, con prácticamente iguales resultados en la última cita electoral de 2023.
En un acto de campaña en Balaídos, como se puede comprobar en la hemeroteca, Caballero manifestó que la recuperación del Casco Vello estaría «incompleta» hasta que «cada uno de sus residentes y futuros habitantes del barrio puedan contar con una plaza de aparcamiento», comprometió.
De ese modo, en aquel momento se centraba en que cuando abriese el nuevo aparcamiento de Porta do Sol -tras las obras del túnel, que no tienen visos de ejecutarse por ahora-, la «inmensa mayoría» de plazas serían para residentes.
También ponía el foco en el ámbito de Barrio do Cura, cuantificando en 900 las plazas que se estimaban para la ‘macrourbanización’ -que este martes rebajó a 300- al mismo tiempo que ofrecía alternativas «a corto plazo» en los parkings de Zona Franca del entorno -como el de A Laxe, O Berbés o el recientemente remozado robotizado de Montero Ríos-.
Es más, llegó a plantear que «de forma inmediata» el del centro comercial abriría por las noches poniendo a disposición de los usuarios abonos de 24 horas.
Pero no se quedó ahí ya que en el ‘paquete’ de medidas para el casco histórico, llegó a considerar reservar plazas en el subterráneo de Praza do Rei, una de las peticiones que estos últimos meses le han vuelto a solicitar desde la Asociación Casco Vello Alto, cayendo en saco roto, por el momento, su solicitud.
Es más, para esta última opción, el alcalde llegó a vincular la más que anunciada reforma de Praza do Rei y todo su ámbito -que ahora se llevará a cabo de forma aparejada con la Panificadora- a actuar en el actual aparcamiento subterráneo para «hacer una o dos plantas más» con el objetivo de que estuviesen a disposición de los residentes del barrio.
Y a mayores, planteaba también otra de las peticiones realizadas por los vecinos y vecinas de la zona alta del Casco Vello: que ciertas plazas en algunas calles que, a día de hoy son zona azul, se destinasen solamente a residentes.
En mayo de 2019, Caballero puso encima de la mesa los espacios en superficie de Cánovas del Castillo.
En la actualidad, desde la asociación le solicitaron llevar a cabo esta iniciativa en calle Placer y en Falperra o, en su caso, que la calle Cachamuíña -libre de zona ORA- se destinase en exclusiva a residentes.
Sin embargo, todas esas alternativas que el propio Abel Caballero llegó a considerar de cara a unas elecciones municipales y como un compromiso político del PSOE, siendo algunas incluso compartidas y solicitadas hace tan solo cuatro meses por los propios vecinos, cayeron en saco roto quedando completamente en el olvido.
Con todo, se deja a los residentes del barrio antiguo en una situación cada vez peor teniendo en cuenta, además, la reciente eliminación de huecos en la calle Poboadores -una de las zonas donde había una gran bolsa de aparcamientos- por las obras del paseo de Alfonso y, ahora, de Barrio do Cura, llevando incluso a los vecinos a ‘autogestionarse’ los pocos espacios que quedan disponibles.