Tras cuatro décadas residiendo en la primera planta del número 14 del Camiño del Chouzo, situada a la espalda de los juzgados, ambos han cerrado hace apenas unas horas esta etapa de su vida. Lo han hecho voluntariamente para evitar ser sacados por la fuerza para cumplir así la orden que ha pesado sobre ellos durante casi un año y que ya no tenía marcha atrás.
El momento fijado para el lanzamiento eran las 10.00 horas y pocos minutos después llegaba la comisión judicial a proceder con el desahucio. A pesar de que José mostró su oposición a marcharse, la presidenta de la Federación de Vecinos Eduardo Chao, María Pérez, que ha trabajado en las últimas semanas para evitar el desalojo, ha tratado de calmarlo y le ha hecho entender que la mejor opción era no resistirse. “No podíamos permitir que la policía lo sacase por la fuerza, sería otro problema más que no evitaría que se quedasen en la calle”, explica Pérez.
En este caso, no se trata de un desahucio por impago sino porque la propietaria del inmueble no quiere seguir alquilándoselo. No obstante, ellos arrastran una difícil situación económica y no tienen dónde ir al carecer de empleo estable, por lo que su furgoneta se antoja como su próximo hogar. José y Begoña han pagado religiosamente cada mensualidad de este alquiler de renta antigua. No deben ni un sólo euro a la dueña pero también el mal estado de la casa, declarada en ruinas, ha propiciado la resolución del contrato.
“Agradecemos mucho la amabilidad, la sensibilidad y la implicación de todos los funcionarios judiciales que hoy han asistido a este desahucio, durante todo este tiempo han hecho todo lo que ha estado legalmente en sus manos para retrasar este día pero desgraciadamente han tenido que hacer su trabajo”, expone María, quien añade que “el problema está en que esta familia no tiene dónde irse a vivir porque no puede asumir los altos precios del alquiler en Vigo y en toda la provincia puesto que sólo cobran la Risga”.
Sin ayuda por pagar todos los meses
Durante todo el proceso han pedido ayuda al Concello de Vigo a través del departamento de Servicios Sociales pero, según mantienen, no han obtenido soluciones. El alcalde, Abel Caballero, a preguntas de la prensa sobre esta situación, aseguraba este viernes ignorar lo que ocurría a pesar de tratarse de un caso publicado en la prensa y de que hace varias semanas la concejala de Isaura Abelairas ofreció una rueda de prensa sobre el tema. “No sé de qué me hablan”, se limitó a decir el regidor vigués.
En cuanto a poder beneficiarse del ‘bono aluguer’ de la Xunta de Galicia, el resultado también es negativo. “Aunque se trata de un desahucio, no es por impago sino por resolución del contrato y la orden impide obtener la ayuda en este caso”, señala María Pérez, que reclama “que se pongan a disposición de las familias más necesitadas viviendas sociales para casos urgentes como éste en lugar de despilfarrar en otras cosas menos necesarias”.
El matrimonio pasará estos días en la vivienda de una vecina que vio su caso a través de los medios de comunicación y se puso en contacto con la Federación para ofrecerles una cama hasta que encuentren otro lugar. Sin embargo, esto sólo es provisional porque en el 30 de junio tienen que marcharse porque la ya la tiene propietaria para julio.