Lo que un día fue una lujosa villa propiedad de un empresario de éxito en Vigo ha desaparecido bajo las máquinas de demolición para acoger, próximamente, hasta catorce chalés exclusivos. El terreno, de más de 10.500 metros cuadrados, se ubica en la parroquia de Coruxo y cuenta con privilegiadas vistas sobre la Ría.
Tras aprobarse su reparcelación, el año pasado, la propiedad acaba de recibir licencia para construir un total de 14 chalés en ese terreno, de los cuales cuatro serán viviendas independientes con su propia parcela individual y otros diez se edificarán en régimen de condominio, compartiendo espacios comunes.
La finca perteneció en su día a Elisardo Fandiño, fundador de Frigoríficos Fandiño y posteriormente Fandicosta –tras la fusión con Frigoríficos de Mos–. El empresario era de Padrón y que creó su imperio desde Asturias para luego trasladarlo a la Ría de Vigo. Durante años vivió en la parroquia, donde se volcó además con el equipo de fútbol, convirtiéndose en su principal patrocinador.
Tras su fallecimiento, en 1998, y el de su esposa, Amor Saco, en 2007 –que se trasladó a su Avilés natal en sus últimos años– la finca fue heredada por sobrinos, dado que el matrimonio no tuvo hijos.
Ahora, la propiedad sigue vinculada al ámbito pesquero, ya que pertenece al Grupo Profand, que actúa a través de la sociedad Inversiones Enbergar XXI, cuya titularidad está en manos al 100% en el grupo pesquero.
Reparcelación de una finca de 10.568 m2
En enero de 2024, Enbergar XXI obtuvo luz verde para reparcelar la villa, emplazada en Coratelo, 15 y con salida también en la rúa José Rivas. La solicitud para la segregación de la finca, de 10.568 m2, se había presentado ya dos años antes, en 2022, pero la propiedad tuvo que enmendar la propuesta en varias ocasiones hasta recibir el visto bueno de Urbanismo.
Finalmente, se dividió en nueve parcelas, de las cuales tres son para cesión –181,2 m2, 143,4 m2 y 224,6 m2– y otra de 2.758,2 metros cuadrados incluye un hórreo que está catalogado como bien de interés cultural (BIC).
Las otras cinco son las parcelas en las que se erigirán ahora las catorce nuevas viviendas de lujo. Así, cuatro de ellas se construirán en otras tantas parcelas que oscilan entre los 501 y los 507 metros cuadrados y las diez en régimen de condominio se levantarán en la parcela más grande, de 5.243,14 metros cuadrados. Todas ellas fueron diseñadas por el estudio del arquitecto Carlos Falagán Mota, con fecha de octubre de 2022 y abril de 2024, que también figura como director de las obras.
En concreto, los cuatro chalés unifamiliares que se edificarán en las otras tantas parcelas recibieron licencia primero y el consello de la Gerencia de Urbanismo dio cuenta de ellas el pasado 8 de abril. Cada uno de ellos ha recibido licencia de forma individual pero los cuatro son prácticamente idénticos, con una superficie total de 275 metros cuadrados distribuidos en sótano, planta baja y planta alta con una piscina exterior y un presupuesto de ejecución material, cada uno de ellos, de 139.850,23 euros. Las únicas salvedades entre las cuatro licencias es que una incluye a mayores la construcción de un muro de cierre (contención) de la parcela y otra un muro de cierre.
Diez viviendas aisladas en régimen de condominio
La finca de mayor entidad, la de 5.243 albergará un total de 10 viviendas aisladas en régimen de condominio, según el proyecto básico redactado por Carlos Falagán Mota en marzo de 2024 y reformado posteriormente en febrero de 2025. El proyecto cuenta con un presupuesto de ejecución material de 1.975.000 euros y contempla la construcción de tres tipos de vivienda, todas ellas de planta baja y alta.
Cinco de ellas (tipo A) constarán de una superficie a construir de 276,8 m2 divididos en una planta baja con 105,28 metros cerrados y un patio abierto de 44,88 m2. La planta alta, mientras tanto, tendrá 96 metros cuadrados cerrados y una terraza de 30,64 m2 abiertos. El total de la edificabilidad en estos cinco chalés será de 246,16 m2.
Las mismas proporciones tendrán otros cuatro chalés calificados como tipo C en los que únicamente se cambiará el diseño y que estarán ubicados enfrente a los cinco anteriores.
Por último, el descrito como tipo B tendrá una superficie a construir ligeramente mayor, de 281,17 m2. En este, la planta baja constará de 105,28 m2 cerrados y 49,25 abiertos y una planta alta de 96 m2 cerrados y 30,64 abiertos con un cómputo global de 250,53 m2. En total, la urbanización que conformarán estas diez viviendas aisladas contempla una superficie total a construir de 2.772,37 m2.
Las obras se centran ahora en el cierre de la finca
Tras recibir la licencia, las obras avanzan ahora con rapidez y estos se están centrando en el cierre del perímetro.
Al tratarse de un completo condominio, remarca el expediente al que ha tenido acceso Vigoé, no podrá parcelarse la finca de origen en la que figuran repartidas las viviendas en su conjunto, y a ellas se podrá acceder de forma peatonal o con un acceso ocasional de vehículos, dado que los futuros residentes compartirán los espacios libres como espacios comunes.
Inicialmente, un enorme muro de piedra ocultaba la finca, tanto desde el Camiño Cotarelo como desde la calle José Rivas. Ese muro fue totalmente desmantelado para que la maquinaria pesada entrase en la parcela y pudiese acometer los trabajos de demolición de la vivienda existente y otras estructuras que se encontraban en la villa, a la que se accedía a través de un largo camino pavimentado con adoquines que también ha desaparecido ya, al igual que los jardines, los árboles y las pérgolas de piedra que decoraban parte de la finca. La obligación de retranquear la nueva parcela ha ensanchado considerablemente el camino Cotarelo y la entrada por José Rivas, donde se ha levantado un nuevo muro de piedra.