La quinta edición del Festival TerraCeo no empezó con buen pie y nadie aclaraba qué es lo que había pasado para llegar al punto de que, a día de hoy, ninguno de los conciertos previstos en el certamen musical haya conseguido celebrarse en la espectacular terraza del Auditorio Mar de Vigo: el enclave mágico para el que nació en su primera edición allá por el año 2020.
Este lunes se arrojó un poco más de luz pero también muchas sombras sobre su gestión. Y es que desde ese primer año 2020 todas las ediciones del festival, durante cuatro años consecutivos, se han celebrado en dicho enclave de forma «irregular». Así lo denunció el grupo municipal del PP en el Concello de Vigo.
Su portavoz, Miguel Martín, hacía pública una extensa documentación en la que se deja entrever que la concesionaria del espacio cultural vigués, Organización de Ideas de Éxito SL, a su vez promotora del festival, no puede hacer uso de la terraza ni de la zona de restaurante que está ubicado en el interior de la séptima planta del inmueble.
Y esto es así tras el contrato de alquiler que se firmó en marzo de 2014 con la sociedad gestora del auditorio vigués y que, según la documentación municipal, tiene vigencia hasta el 28 de octubre de 2068.
Con todo, en dicho contrato se dejan bien claros los espacios de los que puede hacer uso o no la entidad y, entre ellos, no se encuentra «la terraza ni el restaurante ubicado en la planta ático-terraza de 866 metros cuadrados».
Sí establece que la concesión municipal es para uso del auditorio-sala principal, del hall-vestíbulo, de un local comercial destinado a cafetería en cota baja, de la sala de congresos o polivalente situadas en el hall o de la sala secundaria de la planta cubierta de la séptima planta. Y establece, además, que la terraza y el restaurante «con carácter limitativo, no se cede en alquiler ni es parte del contrato».
Es más, en el documento se va más allá señalando que, incluso en el proyecto de ejecución del complejo cultural, la terraza «no se tiene considerada a efectos de cálculo de ocupación» y que, entre otros términos, «no se considera apta para ser usada».
De modo que, durante estas cuatro ediciones del Festival TerraCeo y como bien se contempla en la documentación técnica aportada, el Concello otorgó una «autorización irregular» en base a una premisa errónea.
Y es que la administración local daba por hecho que podía autorizar sin mayores condicionantes el uso de la terraza porque la promotora del festival y concesionaria del auditorio, al tener ya licencia de actividad del inmueble, «cuenta con las autorizaciones municipales oportunas para desenvolver actividades de espectáculos públicos, actividades socioculturales, reuniones y congresos».
Piden el circuito cerrado de cámaras de vigilancia
Sin embargo, nadie en Praza do Rei se dio cuenta de las limitaciones de uso de ciertos espacios del contenedor cultural de Beiramar hasta que el pasado mes de diciembre una intervención de la Policía Local y de la Dirección General de Policía de la Comisaría de Vigo-Redondela hacía saltar todas las alarmas.
Y es que el 1 y 2 de diciembre pasado se produjo una denuncia ante la celebración de un evento que se organizaba en el restaurante de la séptima planta del edificio. Se requirió la presencia de los agentes municipales y se inició la maquinaria al observar irregularidades y al saberse que la concesionaria no podía disponer de dicho espacio.
El 11 de diciembre, la Dirección General de Policía requirió el circuito cerrado de cámaras de vigilancia del auditorio entre las 22:00 horas del día 1 y las 03:00 horas del 2 de diciembre de 2023, situadas en la 7ª planta, además de información sobre el evento para dirigir un oficio a la autoridad judicial.
Además, los agentes locales giraron nueva inspección el 14 de diciembre para comprobar la «no utilización del restaurante de la terraza». Pero tras observar que no era así y que, incluso, «se estaba montando una mesa para un evento» y que existían puertas de acceso «cerradas con cadenas y candados», se comunicaron con el gerente de la concesionaria para trasladarle que la zona «no podía ser utilizada sin la previa autorización municipal».
Ante eso, el departamento municipal de Patrimonio realizó un informe en el que se constata que dicha zona «está excluida» de los espacios alquilados para uso del auditorio, abriendo así diligencias previas y contestando a la Policía que «el Concello no autorizó» dicho uso.
Solicitud de la concesionaria el 7 de marzo
Con todo, y siendo conocedores de lo que podía venir por delante de cara a la organización del festival y de otros congresos, la empresa concesionaria solicitó el 7 de marzo de este año «autorización para el uso de la terraza y de la zona de restaurante», algo que no hizo en los cuatro años anteriores, y lo pedían «para poder llevar a cabo, siempre que sea factible el uso de las instalaciones solicitadas ya que necesitan servicio de restauración».
Y ahí vino el primer «no» del Concello. Concretamente, el 8 de mayo, un mes después de la presentación oficial del festival y solamente 3 días antes del primer concierto -el de The Rapants- que tuvo que celebrarse bajo a cubierto en la sala principal.
Los argumentos técnicos en la respuesta ofrecida a dicha solicitud dejan a las claras las «irregularidades» que se han hecho en anteriores ediciones. «Como quiera que la terraza no está construida para ser usada como espacio público, esta posibilidad exige justificación específica de la idoneidad de este espacio para celebrar eventos de conciertos y espectáculos como los que pide la interesada», reza la explicación de los técnicos municipales.
Y esgrime, además, «que sería necesario justificar técnicamente segundo Ley 9/2013, de 19 de diciembre, de Emprendimiento y de la competitividad económica de Galicia», pidiendo así mayor documentación para poder darles el visto bueno y la preceptiva licencia.
Concluyendo que «no es posible otorgar la autorización pedida en tanto no presente la documentación exigida (…) para otorgar los títulos necesarios para desarrollar el festival Terraceo y los congresos fuera de los espacios objeto del contrato de alquiler de fecha 17 de marzo de 2014″, vislumbrando así la «ocupación temporal ilícita» que durante años se hizo de la azotea del auditorio.
López Font dice que ya tiene licencia
Con todo, y según informó el portavoz del gobierno local, Carlos López Font, la concesionaria ya cuenta con licencia para poder hacer uso de la terraza «desde el pasado 13 de junio», más de un mes después del primer concierto del certamen y tras no haberse celebrado ninguno en su ubicación original.
En respuesta a la denuncia del grupo municipal del PP, López Font tildó a Miguel Martín de «completo ignorante» porque «no estudia lo más mínimo» las cuestiones que plantea, acusando así a los populares de «mentir reiteradamente».
Así, aseguró que una vez que el «gestor privado» del evento aportó la documentación que le fue requerida, se le ha dado ya la autorización solicitada para hacer uso de los espacios que, en un primer momento, no estaban contemplados en el contrato de alquiler.
Para Martín, las palabras de López Font constatan que «sin quererlo» les da la razón al admitir que los conciertos de este año no se han hecho hasta ahora en la terraza por falta de licencia.
Y tras criticar que no haya dado explicaciones sobre anteriores ediciones, lamentó que «el único argumento» que le queda al portavoz municipal es la «descalificación personal»: «triste consuelo para quien no sabe qué decir», concluyó el popular.
Rebeliom do Inframundo, para el 21 de junio
Con todo, la quinta edición de TerraCeo continúa y, hasta el día de hoy, estaban programados seis conciertos, de los que cuatro se han tenido que celebrar en el interior del recinto, otro fue aplazado (Rebeliom do Inframundo) y otro cancelado (Los Secretos y Pancho Varona).
El concierto aplazado de Rebeliom do Inframundo será este próximo viernes, 21 de junio. Y si la concesionaria ya cuenta con licencia y se cumplen las previsiones meteorológicas para este fin de semana, tendría que ser el primer concierto que se celebre en la terraza del Auditorio volviendo así a su ubicación original.
Deniegan el acceso al expediente de la concesión
Otra de las cuestiones que se desveló este lunes para agrandar todavía más lo «rocambolesco» de la situación y de la gestión municipal al respecto es que las «irregularidades» en la celebración del festival en la terraza del Auditorio ya se conocían en el año 2020.
Y fue a raíz de una consulta de la Asociación de Productores Técnicos de Espectáculos de Galicia (APTEGA), que se dirigió al Ayuntamiento para preguntar por la licencia y la titularidad de ese espacio para la celebración de TerraCeo. El Concello respondió, simplemente, alegando que la concesionaria era la titular y que tenía las «autorizaciones municipales oportunas».
Nada más a pesar de que el responsable de la asociación insistió, hasta en cuatro ocasiones vía e-mail, en poder tener acceso al expediente -en base a la Ley de Transparencia- e incluso agendar una visita al Concello y poder visualizar in situ el contrato del auditorio.
Sin embargo, desde Praza do Rei se le denegó el acceso alegando que dicha documentación sobre la concesión del Auditorio «es un expediente voluminoso que parcialmente está en uso por la administración municipal, por lo que no es viable acceder físicamente a su contenido», respondieron.
«Engaño a quien compra las entradas»
Por último, desde el PP critican así la «chapuza» que se ha hecho con el festival además de poner el foco en las personas que compran las entradas. De hecho, son muchos los asistentes al festival que se han quejado por el cambio de ubicación y por los problemas que están teniendo con la plataforma de venta de entradas para que les reembolsen el dinero solicitado.
“De alguna manera están engañando a quien compra las entradas pensando que el concierto va a ser en la terraza cuando los organizadores saben perfectamente que no se puede celebrar ahí, al menos por el momento», subrayaba Martín este lunes quien, también, quiso dejar claro que desde el grupo municipal no tienen nada en contra de la cita musical aclarando que solamente buscan «transparencia» y «dar respuestas a los vigueses.
Con todo, también alabó que -pese a lo sucedido estos años con la organización «irregular» del festival- «no se haya registrado ningún incidente grave» advirtiendo que, de haber ocurrido, “estaríamos ante un problema muy gordo del que el Concello sería el último y máximo responsable”.