Miles de docentes se rebelaron este jueves contra los protocolos establecidos por la Xunta de Galicia con motivo del regreso a las aulas. Pero no todos ellos pudieron secundar la huelga convocada debido a los servicios mínimos establecidos, considerados “abusivos” por los sindicatos y gran parte del profesorado. En anteriores huelgas sólo tenían que asistir a los centros un miembro del equipo directivo y un trabajador no docente. En cambio, ahora se ha obligado a que acudan un integrante del equipo directivo y un profesor por cada grupo de alumnos.
Eso ha provocado que algunos directores presentaran su dimisión ante Educación. Ha sido el caso del CEIP Emilia Pardo Bazán, situado en la zona del Chouzo, donde la renuncia de la directora no fue admitida. Pero además se avisó de que un cese unilateral o no presentarse en el puesto de trabajo para poder secundar la huelga sería objeto de un expediente.
Por ello, el claustro de este colegio vigués decidió iniciar las clases con una protesta en la que escenificaron cómo se sienten ante esta situación. Con una vestimenta negra y una soga alrededor del cuello, se concentraron ante la entrada para manifestar su oposición a esta forma de actuar.
Sus docentes hablan claramente de “boicot” e “Indignación” al sentir que se les niega un derecho fundamental. Finalmente, han tenido que presentarse todos en sus puestos de trabajo para evitar agravios comparativos. Sin embargo, en otros centros los equipos directivos han tenido que elegir ‘a dedo’ o incluso sortear quien no hacía huelga. “Algunos centros han echado a suertes qué profesores iban a la huelga porque todos queríamos ir. Otros se han declarado en rebeldía. No sabemos a qué sanciones tendrán que atenerse”, explican.
La concentración se produjo primero a las 08.40 horas y luego se repitió a las 14.15 horas. El profesorado estuvo acompañado por un nombre destacado, el de la exconcejala de Vigo y ahora parlamentaria gallega Isaura Abelairas. Además, las propias familias han mostrado su respaldo a las reivindicaciones. “Tenemos la suerte de que las familias nos apoyan y entienden que esto es por sus hijos. Ningún profesor quiere volver a teledocencia; lo que queremos es regresar con seguridad”.