Ni 24 horas han tardado en llegarle las críticas a las obras de urbanización del ‘nuevo Navia’. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, visitaba este martes la zona con motivo del inicio de los trabajos y este miércoles ya se han producido las primeras críticas por la tala de árboles que conlleva la ampliación del barrio vigués y la futura construcción de viviendas de promoción pública.
Concretamente, arrancaron las labores que atañen al polígono 1, que han generado el “rechazo” de la asociación ecologista Adega porque suponen la “destrucción del último reducto de carballeiras” en la zona y “uno de los pocos pedazos de bosque atlántico de la ciudad de Vigo”.
La organización admite que existe una “necesidad de crear vivienda de promoción pública”, sobre todo en el contexto de dificultad en el acceso a la vivienda que vive la urbe olívica. Sin embargo, sostiene que hay “otras opciones” para atender esta demanda que pasan por el aprovechamiento del suelo ya construido en estado de abandono, “tan abundante en nuestra ciudad”, y por la rehabilitación o el derribo de edificios en ruina.
Adega asegura que ya sospechaba de esta tala de árboles, dado que el Documento Ambiental Estratégico publicado por la Xunta en su día “apenas hacía mención a la existencia de la carballeira”. Se inició entonces un movimiento para exigir que la ampliación de Navia respetase la zona, con acciones divulgativas y presentación de alegaciones al proyecto, aunque sin éxito.
La asociación ecologista también señala la relevancia de “abandonar de una vez el viejo paradigma” de “apiñar el mayor número de viviendas en la menor superficie de suelo posible”, sin tener en cuenta la importancia de otros elementos arquitectónicos e infraestructuras que tienen “especial importancia para la salud y calidad de la ciudadanía”, como la existencia de grandes zonas verdes conformadas por “especies arbóreas, entendidas e integradas, no como simples elementos decorativos”.