Siete días de intensas lluvias han bastado para que la amenaza de la sequía que pesaba sobre el área de Vigo se diluya casi definitivamente. Y es que las precipitaciones recogidas en la última semana han provocado una espectacular recuperación de la presa de Eiras, que abastece a la ciudad y a gran parte de la comarca. A día de hoy, según recoge el boletín hidrológico que publicará Augas de Galicia este mismo martes, el embalse situado en Fornelos de Montes ha logrado subir casi 13 puntos respecto al día 18 de octubre.
Eiras se sitúa ahora en el 79,55 por ciento de ocupación, cuando hace una semana era tan solo del 67,6 por ciento. Significa esto que Vigo gana un valioso margen de maniobra para encarar el invierno sin temor a restricciones en el abastecimiento. Si la Xunta de Galicia advertía hace poco más de un mes que solo había agua hasta finales de noviembre (por debajo del 40% la potabilizadora de Casal no garantiza el suministro), ahora se han ganado varias semanas más.
La Oficina Técnica de la Sequía ya advirtió la semana pasada que la perspectiva se había vuelto más optimista después de la situación cambiase de forma drástica. De forma oficial se mantiene la declaración de sequía prolongada en toda la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, pero con un horizonte mucho más halagüeño. De hecha, la presa de Eiras ya ha llegado a su punto de resguardo y ha activado los desagües.
En cualquier caso, el objetivo está ahora más cerca, sobre todo gracias a las previsiones meteorológicas de los próximos días. Si todo transcurre según lo esperado, durante la presente semana continuará las precipitaciones que alejarán definitivamente el peligro de la seguía.
Zamáns y Baíña
En el caso de los otros dos embalses que suministran agua a la población de la comarca, Zamáns, y Baíña, también hay buenas noticias, pero más modestas. Así, la presa situada en la parroquia viguesa, de la que ahora se abastece solo Nigrán, aumenta nueve puntos. Pasa del 36,5 al 45,8 por ciento de ocupación en esta última semana. Todavía está lejos la cota que garantice el abastecimiento durante los próximos meses, pero los siguientes días puede llegar la mejoría definitiva.
En Baíña, la presa más pequeña de las tres y de la que solamente bebe Baiona, el nivel de agua embalsada ha crecido casi 14 puntos, pasando del 31,98 al 46,49 por ciento.
De esta manera, la Oficina Técnica de la Sequía evaluará, en la siguiente reunión de esta semana, la evolución que se pueda derivar de la situación meteorológica de las siguientes semanas y si, efectivamente, las precipitaciones que se puedan producir confirman el aumento de los niveles freáticos y consolidan también un aumento en los caudales básicos de los ríos.